DiócesisHomilías Eucaristía en la parroquia de la Inmaculada Concepción (Arroyo de la Miel) Publicado: 13/11/2010: 1445 EUCARISTÍA EN LA PARROQUIA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN (Arroyo de la Miel, 13 noviembre 2010) Lecturas: Mal 3, 19-20a; Sal 97, 5-6.7-9ª-9bc; 2 Tes 3, 7-12; Lc 21, 5-19. (Domingo Ordinario XXXIII) 1. Como decíamos al inicio de la Eucaristía, este penúltimo domingo del Tiempo Ordinario nos prepara ya para celebrar los acontecimientos que sucederán al final de los tiempos. Antiguamente se decía un refrán de cara a animar a las personas a que pensáramos lo que nos sucederá al final de la vida, para ayudarnos a cambiar, a convertirnos y a no pecar, y decían: “Acuérdate de los novísimo y no pecarás”. Acuérdate de lo que va a suceder al final de tu vida, que habrá un juicio, un premio o un castigo y eso te ayudará a vivir mejor el hoy. Las lecturas de este domingo nos plantean en cierto sentido que pensemos lo que va a suceder al final de los tiempos y por tanto también al final de nuestra vida. Tanto la lectura del profeta Malaquías, como el texto del Evangelio de Lucas tocan el mismo tema desde perspectivas distintas. Dice Lucas que en esas situaciones, en esos momentos de historia habrá persecución, encarcelamientos a muchos cristianos e incluso darán muerte a algunos de ellos, porque la gente no entenderá el significado de lo que es vivir en cristiano, o porque el mismo cristiano con su testimonio molesta al que no vive como cristiano (cf. Lc 21, 12.16-17). Eso que aquí dice para final de los tiempos se está realizando ya prácticamente durante más de los 2.000 años de historia del cristianismo. 2. Desde el principio, el mismo apóstol Santiago, fue el primer apóstol que murió, que dio la vida por el Señor, y el diácono Esteban fue el protomártir. Ya desde los primeros momentos de la Iglesia naciente los cristianos han dado testimonio incluso con su vida. Los cristianos han sido perseguidos. No nos extrañemos que en pleno siglo XXI haya gente que no quiera saber nada de Cristo ni de los cristianos, haya gente que persiga a los cristianos. En estos momentos hay cristianos en cárceles sólo por el hecho de ser cristiano. Hace pocos días han muerto varias decenas de cristianos en terreno musulmán sólo por el hecho de ser cristiano, sin más. Esto no nos debe prevenir o tener miedo porque como dice Lucas: “No os preocupéis; si eso ocurriera el Espíritu Santo pondría en vuestra boca lo que tendríais que decir a quienes os juzgue o a quien pretenda ser vuestro enemigo, no pasa nada” (cf. Lc 21, 15). Y al final hemos de aceptar que todos hemos de llegar a ese momento en el que se abre una puerta que se llama muerte y se entra en otra estancia, en otra forma de vida que se llama vida eterna. Nadie va a escapar. Nadie vamos a permanecer aquí eternamente. El que uno traspase ese umbral de la vida eterna de una forma o de otra, de una forma más natural por una enfermedad, por un accidente o por una persecución, al final el hecho es el mismo. Todos hemos de comparecer ante Dios, todos, incluso los no creyentes, los ateos, los que persiguen a los cristianos porque quieren perseguir a Jesús. Todos compareceremos ante el juicio del Señor. Y pedimos misericordia para todos, para ellos y para nosotros. 3. Hay un texto de la profecía de Malaquías que quiero brevemente tocar. Vamos a imaginar que ese momento equivale simbólicamente a pasarlo todo por fuego. Cuando se pasa por fuego ¿qué le pasa a la paja? Arde y se quema y en unos segundos es ceniza. Malaquías emplea esa imagen. El que no resiste, el que no tiene consistencia, el que no tiene fe, el que no ha vivido el amor y la esperanza cristiana se quemará como la paja (cf. Mal 3, 19. Una llamada rápida y desaparecerá. Más bien, seguirá existiendo pero el Señor no lo pesará, no lo aquilatará. ¿Qué le pasa al oro si pasa por el fuego? Se licua, se derrite, queda líquido, se purifica –purificar quiere decir pasar por fuego– y se aquilata, toma más valor. ¿Qué le pasará al cristiano que tenga buenas obras de amor, de misericordia, que haya sido fiel al Señor, que haya cumplido su voluntad? Pues que mientras el mismo fuego al impío, al que no cree, al que ha abusado de todo, al que ha manipulado, al que no ha amado, ese se quemará como la paja; sin embargo, el que haya vivido según Dios será aquilatado, tendrá más valor. Espero y deseo que todos los presentes cuando nos llegue ese día seamos aquilatados como oro. Y los que ya tenemos ciertos quilates que en ese momento nuestro quilates de oro aumenten y el Señor nos haga participar de su gloria y de su banquete por haberle sido fiel. Estos pensamientos que nos ayuden no a esperar lo que va a pasar, sino a trasformar nuestra vida, a convertirnos y a transformar nuestra sociedad ahora. Y si hace falta cambiar las estructuras debemos hacer lo posible para cambiarlas y que estén más en consonancia con Dios. 4. Un segundo punto de mi reflexión. El fin de semana pasado estuvo con nosotros, como sabéis, el Papa Benedicto XVI en España. Estuvo en Santiago de Compostela y en Barcelona. No podemos pasar por alto este hecho. Os invito a que leáis dos homilías: la que hizo en Santiago, el sábado por la tarde, y la que hizo el domingo en Barcelona, por la mañana, cuando dedicó el templo de la Sagrada Familia. El viaje con un motivo pastoral tiene un denominador común y es: el Evangelio necesita ser proclamado hoy. Los cristianos tenemos que ser testigos de este Evangelio de Jesucristo. En Santiago de Compostela lo hizo bajo la imagen del peregrino. Santiago en España, en Europa y también en el mundo, pero sobre todo en Europa es el signo y el símbolo del cristiano y de las raíces cristianas de Europa. Gracias al cristianismo Europa ha cambiado, se ha trasformado y un hecho que nadie debe olvidar, sobre todo los políticos y los que votamos a los políticos, es que la democracia sólo ha nacido en una cultura cristiana. En todo el mundo, en la historia de la Humanidad, la democracia es fruto del cristianismo. No ha nacido jamás ninguna democracia en ninguna dictadura y en ninguna otra forma de religiosidad. El cristianismo ha aportado al mundo el sistema democrático. Esto los cristianos no debemos olvidarlo, porque el Evangelio de Jesús tiene la capacidad de trasformar las estructuras, la sociedad, la economía, la familia, la política, lo social desde la luz del Evangelio. Hay una doctrina social de la Iglesia, sobre todo a partir del siglo XIX con el Papa León XIII, a finales del XIX. Podemos enorgullecernos de este hecho. La democracia ha nacido desde un terreno abonado por la fe cristiana. Santiago de Compostela nos debe recordar las raíces cristianas de nuestra cultura y no puede desaparecer esa raíz cristiana en ella. Sigue habiendo cristianos. Hoy este templo de la parroquia de la Inmaculada en el Arroyo de la Miel está lleno. Supongo que tenéis ganas de trasformar las estructuras donde vivís. Desde el mensaje del Papa, desde Santiago, sigamos siendo testigos de Cristo transformando la cultura donde nos encontremos. 5. Mensaje desde Barcelona. El Papa consagra el Templo, precioso; los que no lo conozcáis os invito a que vayáis un día a verlo porque merece la pena. El arquitecto Antonio Gaudí a finales del siglo XIX, estamos hablando de hace más de cien años, concibe un templo que parece modernísimo, de un arquitecto de hoy. Y lo concibe como si la Jerusalén del cielo se posara sobre la Tierra. O la Jerusalén terrestre se uniera a la Jerusalén del cielo. Es como la liturgia de hoy. En la liturgia, esta tarde, los de la tierra nos unimos a través del ofrecimiento de Cristo en el altar con el gran cántico de alabanza que los santos cantan en el cielo, eso es toda liturgia. El mensaje desde Barcelona, desde la Sagrada Familia, es el siguiente. El cristianismo ilumina el arte, la estética. La luz de la fe penetra la cultura y desde el Evangelio cabe hacer grandes cosas creativas, bellas, hermosas. El templo por dentro tiene una luz especialísima; cuando esté terminado y tenga todas las vidrieras, entrar en el templo de la Sagrada Familia será como entrar en un espacio celeste, en un espacio muy especial. En un espacio que conecta con la presencia de Dios. Como todo templo, debe sintonizar con la presencia de Dios. Jesucristo se hace presente a través de su Palabra. Proclamada hoy aquí, se hará también presente en el altar en el ofrecimiento de su Cuerpo y de su Sangre. Es una forma de sintonizar con el Señor. Los cristianos somos templos del Espíritu. 6. Y finalmente, una última palabra respecto a lo que hoy en este fin de semana celebramos en toda España que es el Día de la Iglesia Diocesana. Este día es para recordar que formamos parte de la Iglesia que está extendida en todo el mundo y que se concreta en las Iglesias particulares llamadas Diócesis. Nosotros pertenecemos a la Diócesis de Málaga. ¿Qué significa pertenecer a la Iglesia? El slogan de este fin de semana, de esta Jornada de la Iglesia Diocesana es: “La Iglesia como Comunidad de fe, caridad y esperanza”. Somos miembros de la Iglesia. No es correcto que un cristiano diga a veces: “Es que la Iglesia dice…” Cuando dices eso tú no te estás considerando miembro de la Iglesia. La Iglesia no es el Papa, o los obispos, o los curas. La Iglesia somos todos los bautizados. Tenemos que desterrar esa forma de hablar y de decir. Eso es como un padre de familia o un hijo de una familia que dijera: “Es que la familia…” Como si su padre y él no fueran la misma familia. Tenemos que acostumbrarnos a sentirnos Iglesia porque somos Iglesia. Y además tenemos todos una responsabilidad en la marcha de la Iglesia. Cada uno tiene una misión. El cristiano bautizado laico tiene que trasformar el mundo desde su función bautismal, desde la misión bautismal. Los laicos tenéis que trasformar e iluminar las realidades temporales: la familia, la escuela, la política, la sociedad. Y los de vida consagrada tenemos una misión especial, cada una tiene la suya, pero todos tenemos una misión. Eso en general como miembros de la Iglesia. Y como miembros de una comunidad concreta, en este caso la parroquia, también tenemos todos una misión, desde los niños que están aquí presentes: ellos también pueden ser testigos en su escuela, en la calle, con los amigos. El Señor nos pide que seamos auténticos testigos de Cristo. 7. Queridos miembros de esta comunidad, os animo a que viváis la fe con alegría. Decía la primera oración que hemos hecho al Señor: “Servir al Señor es vivir con alegría”. Sed testigos en esta sociedad, en este lugar, en este ambiente; ya sabemos que no es fácil, ya sabemos que somos criticados e incomprendidos. ¡No pasa nada! La fuerza del Espíritu es mayor, es más grande. Os invito a que seáis verdaderos testigos del Evangelio, testigos de Jesucristo, a que vivamos todos de las virtudes teologales: la fe, el amor, la esperanza cristiana. Que solamente con vivirlo, sin pretender hacer más, el que nos vea pueda decir: “Mirad cómo ama a Dios. Mirad cómo ama al prójimo. Mirad cómo viven los cristianos”. La propia vida ya es un testimonio, sin pretensiones, sin querer ir a cazar o a convertir al otro. La propia vida, la vida de oración, la vida de fe, la vida de amor tiene que ser más que suficiente como para que interpele al que no cree o al que no nos conoce. Ya sabemos que muchas veces la Iglesia, los cristianos son manipulados en su forma de expresarse, pero eso entra dentro de la naturaleza y de la debilidad humana. Lo importante es vivir como verdaderos cristianos. A eso os animo. 8. Quiero agradecer el trabajo de dirección de la parroquia de D. Agustín, el párroco; por supuesto la colaboración del padre Joseph, y todo el trabajo que hacéis como cristianos. Unos sois testigos de la fe dando catequesis, otros realizáis las tareas de visitar a enfermos y de animación; y otros, los padres sobre todo que asumís la gran misión de educar en la fe a vuestros hijos. ¡No dejéis que os los maleduquen otros! Llámese escuela, profesores, televisión o quien sea. Tenéis la obligación de educar en la fe a vuestros hijos, una tarea difícil, que no la puede hacer el sacerdote sólo o el catequista. No renunciéis a educar a vuestros hijos en la fe. Es una tarea que si no la hacéis vosotros no la hará nadie y pensar que el hijo puede crecer de forma neutral es totalmente falso. Aquél que no educa a su hijo desde el nacimiento otros lo educarán por él. Aquél que no quiere bautizar a su hijo desde el nacimiento le está privando de una gracia, es como la madre que no quisiera vestir y arropar a su hijo. “Y cuando sea mayor que elija el traje que quiera”. ¿Os parece bien? O cuando sea mayor que elija la religión que quiera; pero mientras le das el alimento que tú comes y le hablas la lengua que tú hablas. Luego si le ofrecemos lo que tenemos: la casa, la ropa, el alimento, la cultura, el lenguaje nuestro, ¡no vamos a hablarle en chino, sino sabemos chino! ¿Por qué no le educamos también en la religiosidad que vivimos? Es una incongruencia que hacemos. Por tanto os animo a que ese campo y esa tarea tan importante y hermosa, la hagáis. No renunciéis a ella, queridos padres. 9. Y a todos, que nos sintamos realmente parroquia, Diócesis e Iglesia. Es tarea de todos. También en la parte económica. Tenéis un templo precioso, pero hay otras parroquias que no tienen templo. Hay barriadas en las que estamos intentando construir un templo como éste se construyó hace treinta años o se restauró hace veinte. Igual que se hizo en aquella época ahora hay otros templos que tenemos que hacer. Y hablamos así de claro. Vamos a compartir entre todos. Necesitamos ayudar entre todos para que la Diócesis pueda llevar a cabo la misión que tiene encomendada por el Señor. Os animo a asumir todas estas cosas con mucho cariño, con mucha paz y con mucha serenidad. Le pedimos a la Virgen María, a la Inmaculada, como titular de la parroquia que nos ayude a vivir así. Vivir con alegría nuestra fe cristiana, dar testimonio con elegancia, con serenidad, con altura y no avergonzarnos de ser cristianos. Que así sea. 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