Saeta, oración hecha cante Publicado: 02/04/2012: 1432 «Lo más duro del flamenco es la saeta porque se canta sola, sin ningún acompañamiento, así que como no afines se te ve el plumero», explica José Maldonado Luque (Campillos, Málaga, 1949), más conocido como Pepe de Campillos. Lleva 42 años cantando saetas profesionalmente, de pequeño ya cantaba en su pueblo, Campillos, una localidad muy cofrade a la que debe su nombre artístico. «Para mí la saeta es una oración a Dios hecha cante, primero se le reza y después se le canta. Las saetas empezaron como saetas llamas, cuarteleras o de pasión, pero hace unos 200 años se introdujeron los palos flamencos, y es cuando tomó más fuerza, se hizo más grande, gracias a palos como el de martinete, la seguirilla, la carcelera y la toná. Se pueden usar otros cantes pero tiene que sonar a saeta, si la cantas demasiado flamenca no sabe a saeta» explica. El público de Málaga es muy respetuoso, "guarda silencio en cuanto te arrancas a cantar, y es que la gente considera la saeta como un componente más de la Semana Santa, un eslabón más de la cadena, el saetero, la banda de música, los penitentes… A Pepe de Campillos le gusta cantar cuando tiene un trono delante, «ver a Cristo o la Virgen me ayuda a expresar mejor mis sentimientos, es cuando más me inspiro y me siento realizado». Autor: diocesismalaga.es