NoticiaCatedral «Queridos sacerdotes, seamos signos visibles del Buen Pastor» Publicado: 27/03/2024: 12375 Misa Crismal En la mañana del Miércoles Santo, la Catedral de Málaga acogió la celebración de la Misa Crismal, presidida por el Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, y concelebrada por el arzobispo emérito de Pamplona Tudela, Francisco Pérez, y numerosos sacerdotes y religiosos llegados de todos los puntos de la diócesis de Málaga. También se unió un grupo de sacerdotes filipinos que se encuentra en la diócesis de Málaga para celebrar la Pascua. En su homilía, que puede leerse íntegra en este enlace, el Sr Obispo recordó al clero malacitano que «el sacramento del orden nos configura con Cristo pastor. Queridos sacerdotes dejémonos configurar y transfigurar por el Espíritu. No somos sacerdotes unas horas, lo somos siempre, en todas las circunstancias de nuestra vida. Hemos de ser signos visibles del Buen Pastor». × El prelado de la Diócesis de Málaga agradeció a todo el clero su «entrega, y deseo expresaros mi afecto fraternal hacia vosotros, aunque a veces no coincidamos en algunos planteamientos. Sois un gran regalo para mi ministerio episcopal, y pido al Señor que seáis fieles en el desempeño de vuestro ministerio». D. Jesús recordó que los sacerdotes «mayores e impedidos se unen a esta celebración desde donde quiera que se encuentren, y desde allí renuevan sus promesas sacerdotales». También tuvo palabras para los cientos de seglares que acompañaban a sus sacerdotes en la celebración a quienes dijo: «Queridos fieles, gracias por vuestro apoyo en el ministerio de los sacerdotes. Ellos os necesitan. Amadles y estad cerca de ellos. También os necesitan». × Tras la homilía, los sacerdotes renovaron sus promesas sacerdotales, y los diáconos también renovaron las diaconales. Después, el Sr. Obispo bendijo los Santos Óleos y consagró el Santo Crisma, cuyas ánforas portaron varios arciprestes. El óleo de los catecúmenos se usa para ungir a los que están preparándose para el bautismo; el óleo de los enfermos, en el sacramento de la unción de los enfermos; y el santo crisma, en ordenaciones, confirmaciones, bautizos y consagraciones de altares e iglesias. × Para preparar el Santo Crisma, el Obispo mezcla una porción de perfume con el aceite, con lo que se expresa que el aceite es fecundado por la gracia del Espíritu Santo simbolizado en el perfume; también recuerda el buen olor a Cristo que deben propagar los que son ungidos con él. × Al concluir la celebración, con las palabras de agradecimiento del Sr. Obispo a todo el clero por su labor pastoral, los arciprestes se han acercado al trascoro de la Catedral para recoger los óleos y entregarlos en los próximos días a los sacerdotes de su zona. Neopresbíteros Desde la Misa Crismal de 2023, la Iglesia de Málaga cuenta con dos nuevos sacerdotes: Álvaro López Cardosa y Daniel Gutiérrez, quienes recibieron la ordenación sacerdotal en junio de 2023 y en enero de 2024, respectivamente. Ésta ha sido la primera Misa Crismal que han vivido como sacerdotes y así han vivido el momento de la renovación de las promesas. TESTIMONIO. La primera renovación de promesas sacerdotales para Álvaro y Dani Santo Crisma y Santos Óleos no son lo mismo El Santo Crisma proviene de la palabra latina “chrisma”, que significa “unción”. El Crisma es el aceite con el cual son ungidos los nuevos bautizados, son signados los que reciben la confirmación y son ordenados los obispos y sacerdotes. También se emplea en la dedicación de las nuevas iglesias, la consagración de los nuevos altares o la consagración de campanas. El Santo Crisma representa la gracia del Espíritu Santo, y está compuesto por una mezcla de aceite de oliva y de perfumes, por lo que, como dice san Pablo en su Segunda Carta a los Corintios, nos ayuda a “desprender el buen olor de Cristo”. El Santo Crisma no se bendice, sino que se consagra, por lo que lleva el sello del don del Espíritu Santo. Los Santos Óleos son dos: el de los catecúmenos y el de los enfermos. Ambos se bendicen, no se consagran como ocurre con el Santo Crisma. El de los catecúmenos se impone justo antes del bautismo y el de los enfermos, en la Unción. ×