Para Francisco Castro, «celebramos que el amor es más fuerte que la muerte. La vida que el Señor ha venido a darnos es una vida para siempre y una vida en plenitud, ni la muerte es capaz de romperla. Por eso, a los cristianos, la muerte no nos asusta. Pero tampoco es para reírse, la muerte de estos hermanos en la embarcación frente a nuestra costa no es para reírse; aunque sí que podemos decir con San Pablo, "Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón?"

Francisco González, por su parte, ha señalado que «Todos estamos llamados a la santidad. Es la respuesta al amor a Dios. Esta fiesta es la fiesta de tantos hombres y mujeres que se han salvado, que han vivido el amor en sus vidas. Los santos canonizados son pocos, comparados con esa inmensa muchedumbre que hoy gozan también de la contemplación del rostro de Dios». Asimismo, ha adelantado en exclusiva para El Espejo que quizá pronto podamos celebrar la canonización del beato Manuel González pues «en estos días se está estudiando el milagro necesario para la canonización».

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