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«¡Qué sencilla y qué grande!» por Antonio Ariza

Publicado: 27/07/2012: 1831

El sacerdote diocesano y músico, Antonio Ariza, escribe sobre la cantante malagueña Diana Navarro.

La había oído cantar y me impresionó su voz limpia, suave y, también, poderosa, poliédrica, el compás y el ritmo, la modulación y una perfecta dicción y pronunciación.

Luego la vi y la escuché en la feria de Comares, mi pueblo. A esa bella voz le puse un rostro hermoso y una figura de guitarra, una flor que caminaba con gracia y con garbo por aquel escenario, donde se unían cielo y tierra: por la geografía, en aquel castillo encantado, sentado sobre un gigante de piedra, que rozaba el cielo; y por aquella voz mágica, que modulaba y encantaba, que te elevaba hasta el cielo con alas de sentimiento, en un milagro de policromía, sinfonía y fiesta. La saludé, la miré y la admiré. ¡Qué sencilla y qué grande!

Diana Navarro es una mujer religiosa, religada a lo trascendente, al misterio. Cree en Dios, ama a su Madre, salada de rezos de marineros, Virgen del Carmen, a la que acompaña cada año en su procesión de Huelin. Diana es el cante, la canción, la música, el arte. Guapa, gracias por hacer y compartir la cultura, la alegría y la belleza. ¡Que tus más bellos sueños se encarnen. Y que sigas enamorada de la Vida y de Dios, que es casi lo mismo.

Autor: Antonio Ariza, sacerdote diocesano y músico

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