El misterio de Dios es Trinidad. Comunión de vida y amor de las tres personas divinas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios, siendo Uno y único se nos ha dado a conocer. Tanto nos ama que nos ha entregado a su Hijo para que podamos creer en Él. Tanto nos ama que nos ha enviado el Espíritu Santo para sentir su presencia constante en nuestras vidas.

La vida cristiana tiene su sentido y fundamento en el misterio de la Trinidad manifestado en la historia de la salvación. Este misterio siempre es algo que nos transciende y sobrepasa. Pero el Dios Trinidad nos revela un amor cercano que inhabita en nuestro interior y que reclama ser acogido. Hoy es un día para preguntarnos, ¿qué imagen tengo yo de Dios?, ¿cómo puedo adentrarme cada vez más en este misterio insondable?

La fe es un don de Dios que nos abre el acceso al Dios de Jesús, que es Amor. En Él somos, nos movemos y existimos. A través de su Espíritu podemos contemplarlo, acogerlo y vivirlo. Es una manera preciosa de celebrar esta solemnidad. Su cercanía nos abre también a la transcendencia. Dios es mucho más de todo lo que nos podamos imaginar. Dios es siempre más. Nosotros no podemos alcanzarlo del todo. Tener experiencia de Él y encontrarlo es aún más necesario en las circunstancias que vivimos. Amar, creer y sentir, tres acciones para realizar en este día. Que todo lo que hagamos sea para mayor gloria suya.