Autenticidad

Después de leer esta lectura, todo parecía llevarme a pensar en lo que hago, en tratar de seguir el ejemplo de Jesús, y hacer “obras grandes” al igual que Él. Y desde luego que es muy  importante lo que hacemos, pero creo que la propuesta de Jesús es mucho más profunda, ofreciéndonos un camino de sentido, autenticidad y felicidad.

No es solo lo que hago, sino lo que soy, y Jesús nos propone una forma concreta de ser. El fue una persona auténtica, que creía firmemente en lo que hacía, que vivió con plenitud su vida, que se encontró realmente con el otro, no con la imagen que yo quiero ver. Jesús nos está ofreciendo claves importantes que nos llevan a los demás, que nos guían en nuestras acciones, y que nos permiten descubrir a Dios en nuestra vida porque transitando el camino de Jesús encontramos al Padre.

En el encuentro auténtico y desinteresado con el otro me descubro a mí mismo. E incluso, muchas veces, nuestra oración, lo que pensamos que es un encuentro con Dios, es realmente un monólogo con mi yo más superficial, con lo que yo quiero, lo que yo pienso, y ni siquiera es un encuentro con lo más profundo de mi ser, donde Dios habita.

Abiertos al encuentro auténtico con el otro y conmigo mismo puedo descubrir a Dios, que me habita, puedo transitar senderos que darán sentido a mi vida y me harán feliz, dejándonos sorprender por la vida, por Dios que nos ama, viviendo, como Jesús, con autenticidad.