En Pentecostés celebramos la fiesta de la transformación, para ello queremos recibir los dones del Espíritu Santo que viene y nos ayuda a ponernos en marcha para la misión que nos proponemos todos los laicos, ¡ser misioneros evangelizadores de Cristo!

Queremos “salir” y “sembrar” la Buena Noticia del Evangelio en nuestras familias y en los ambientes donde vivimos (trabajo, estudios, ocio...). Nos sabemos enviados por nuestras parroquias a la evangelización, “caminamos” y la Acción Católica General quiere apoyar esos esfuerzos. Debemos ser “discípulos misioneros en Cristo” y estar atentos a las necesidades de los más alejados y luchar por un mundo más solidario, poner todo nuestro empeño en ser descanso de misericordia para aquellos que lo necesiten.

Nuestro Obispo, en su carta pastoral Remando Juntos dice: «hace falta potenciar en nuestra diócesis un laicado cristiano maduro» (n.26). Hoy, en especial, queremos sumarnos a esa llamada, trabajando por el bien común de la Iglesia, para que en nuestras parroquias haya comunidades que vivan la fe con profundidad y sean referentes para los niños y jóvenes y para los barrios donde se encuentran nuestras parroquias. Este año, el laicado, celebramos, que queremos vivir con autenticidad y coherencia el estilo de vida que nos propone Jesús y asumir la misión evangelizadora que se nos encomienda.
¡Salir, Sembrar y Caminar, todos juntos y ser Iglesia en el mundo!