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La Casa Diocesana, un lugar de encuentro con Dios

Mons. Catalá bendice la Casa Diocesana
Publicado: 05/09/2014: 13983

Mons. Catalá en la bendición de las nuevas instalaciones de la Casa Diocesana de Espiritualidad ha señalado que la Casa es un lugar para encontrarse con el Señor y ha definido el lugar como un «un oasis para la diócesis de Málaga, donde los fieles pueden descansar del ajetreo cotidiano y reponer fuerzas, tanto del cuerpo como del espíritu». Reproducimos el texto íntegro.

SALUDO DEL OBISPO CON MOTIVO DE LA BENDICIÓN
DE LAS NUEVAS INSTALACIONES
DE LA CASA DIOCESANA (SEMINARIO)
(Málaga, 3 septiembre 2014)

Damos gracias a Dios porque nos ha permitido llevar a cabo la restauración del Seminario, que el obispo beato Manuel González construyó en 1923, donde se ubica el servicio de la Casa Diocesana.

Agradecemos la colaboración de todas las personas implicadas en esta fascinante obra de restauración y de enriquecimiento de este hermoso y emblemático edificio.

La imagen bíblica de la transfiguración (cf. Mc 9, 2-13)expresa la realidad de lo que ha sido, es y debe ser la Casa Diocesana de Málaga: Un lugar donde encontrarse con el Señor. Jesús nos invita a subir con él al monte Tabor, es decir, a la Casa Diocesana, para estar con él, para dialogar con él, para rezar, para disfrutar del silencio contemplativo.

La transfiguración nos indica el camino para descubrir a Jesús. Se trata de un proceso personal de fe y de amor hacia Él, cuya meta es la aceptación de Jesús como Hijo de Dios; es decir, ser capaces de levantar el velo de su humanidad para contemplar su gloria divina.

Las realidades humanas y sociales embargan nuestro espíritu y lo encadenan; es necesario subir al monte para encontrarnos con Jesús resucitado, que alivia nuestras penas, perdona nuestros pecados, nos permite contemplar el resplandor de su gloria y nos otorga la fuerza del Espíritu para bajar de nuevo al valle de nuestro trabajo y de las obligaciones propias.

Este hermoso lugar del Seminario es un oasis para la diócesis de Málaga, donde los fieles pueden descansar del ajetreo cotidiano y reponer fuerzas, tanto del cuerpo como del eLa Casa Diocesana ofrece el ámbito adecuado para poder hacer la experiencia del Tabor, para estar con el  Señor, hacer silencio interior para escucharle como Verbo eterno, contemplar su rostro transfigurado y recuperar fuerzas para seguir en el camino de la vida, donde encontramos dificultades, incomprensiones, ataques y el cansancio propio. Más que un edificio físico la Casa Diocesana es una morada espiritual, donde se puede hacer experiencia de Dios.

Os invito a subir a la Casa Diocesana, para hacer experiencia espiritual de la presencia del Señor; para encontraros con él, dialogar con él, contemplar su divinidad; y luego bajar de nuevo y asumir los compromisos bautismales y sociales.

Diócesis Málaga

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