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«Los Reyes Magos nos recuerdan que ciencia y cristianismo son aliados»

Publicado: 03/01/2025: 937

Epifanía

Rafael Pérez Pallarés es sacerdote y delegado diocesano de Medios de Comunicación. Párroco en El Buen Pastor y en la parroquia Divina Pastora y Santa Teresa, desde su experiencia reflexiona sobre el misterio de la Epifanía del Señor.

Los Reyes son... ¿Cree usted en ellos?

Sí. Rotundamente sí. Como personajes que hunden sus raíces en la historia y como alegoría de lo que estamos llamados a ser: buscadores de la verdad. Por tanto, los Reyes son verdad. Y de verdad. Creo en ellos porque los Magos de Oriente nos enseñan que ir tras la búsqueda de la verdad, el Mesías, ir tras el rastro de las señales, de la estrella, es posible en este ir escrutando permanentemente los vestigios de la verdad hasta llegar a la verdad revelada.

¿Cuál es su rey favorito? ¿Por qué?  

Cuando niño era Baltasar; no sé muy bien por qué. Como sabes es negro y quizá siempre me gustó lo diferente. No sé… Luego cambié Baltasar por Melchor cuando el Ayuntamiento de Torremolinos me ofreció que lo encarnase en la Cabalgata del municipio (ríe). No creo que se enfadase Baltasar.

¿Se puede ver la estrella en Málaga? ¿Dónde?

La estrella, en el relato evangélico, indica dónde se encuentra la verdad. Dónde se encuentra un recién nacido al que se reconoce como el Salvador prometido. Un salvador que no es verdad es una tomadura de pelo; Cristo es el Salvador. 

Hoy como ayer hay estrellas que nos conducen a la verdad revelada.  Hay que tener una actitud de búsqueda permanente para poder descubrir tu particular estrella; el astro que te conduzca a la verdad. Estamos rodeados de estímulos y tendremos que discernir entre tanto reclamo, entre tantas estrellas, cuál es la verdadera.  ¿El secreto? La que nos indique verdad y autenticidad. En Málaga la podemos encontrar en nuestro interior, en los destellos de verdad de nuestra conciencia, pero también en el exterior, en todo lo que se está haciendo de corazón.

¿Por qué se dice que son magos si la magia y el cristianismo no se llevan muy bien?

Los Reyes Magos en realidad serían astrólogos. Algo que encajaría perfectamente en ese ir escrutando las señales del cielo. Cuando nos volcamos en lo que hacemos con pasión y lo hacemos bien descubrimos la verdad. En la magia, salvo que sea aquella que nos envuelve en la ilusión, podemos encontrar sin demasiada dificultad destellos de mentira. Por el contrario, en la astrología encontramos ciencia y recuerda que ciencia y cristianismo son aliados.

¿Cómo sería su cabalgata ideal? 

Una que saliera todos los días a celebrar la alegría porque vivimos en paz. Una que volase todos los días por nuestras cabezas celebrando que otro mundo está siendo posible. Una que irrumpiese tras los cristales de los hogares donde hay desesperanza y que anunciase con orgullo a todos que la esperanza que trae Cristo es la esperanza que no defrauda y que se mantiene. ¡Ah! Y que tuviera cinco reyes magos. Uno por cada continente, unidos por un arcoíris, símbolo secular de la alianza de Dios con su pueblo, como leemos en el libro del Génesis tras el diluvio. Un arcoíris que anuncia la paz y el deseo de Dios de que todos seamos hermanos y hermanas.

El día antes de Reyes es el día de la ilusión, porque esperamos los regalos. El papa nos invita en este jubileo a esperar cada día. ¿Cada día del año puede ser como el de Reyes?

Sí, por eso te digo que mi cabalgata ideal sería todos los días. Porque si todos los días alimentamos la esperanza, el Jubileo de este 2025 está centrado en la esperanza, podemos cambiar a mejor.

Los tres regalos están bien, pero a la mayoría el que más nos llama la atención es el del oro... ¿Qué piensa?

Que no saben lo que se pierden: el oro es símbolo de la realeza, el incienso de la divinidad y la mirra de la humanidad. Cuando humanidad y divinidad se unen y se unifican en el monarca, en el único Rey que ofrece verdad estamos ante todo un misterio de teología que se expresa en el misterio de la Encarnación: un bebé es Dios y hombre verdadero y es el rey del universo, no en el sentido de las monarquías como las entendemos en Europa ahora en el siglo XXI, sino como el monarca que une para propiciar la paz y la prosperidad.

¿Qué espera que le dejen los Reyes?

Paz; es un regalo que pido para la humanidad, una humanidad de la que, sin pedirlo, me siento partícipe. Paz para todos, también para mí.

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Antonio Moreno Ruiz

Periodista y portavoz de la diócesis de Málaga

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