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Los sacerdotes malagueños, fieles a su vocación misionera

Publicado: 03/03/2010: 1818

•   El 7 de marzo se celebra el Día de la Misión Diocesana en Caicara

Este domingo celebramos el día de Hispanoamérica y, junto a él, el de la Misión Diocesana de Caicara del Orinoco, en Venezuela. Desde hace más de medio siglo, la diócesis de Málaga comparte su fe con los hermanos de esta tierra de Hispanoamérica. Juntos caminamos tras los pasos de Jesús, y nos sostenemos mutuamente en la fidelidad al Evangelio. En el siguiente reportaje, de la revista "Diócesis", Ana Mª Medina nos acerca a la realidad de esta misión malagueña.

La Misión de Caicara tiene una extensión de 45.000 kilómetros cuadrados y, en la actualidad, es atendida por tres sacerdotes diocesanos malagueños: Manuel Lozano, de 50 años; Juan de Jesús Báez, de 42; y Amalio Horrillo, de 83.
Su presencia no es principalmente humanitaria, su trabajo no es el de una ONG, ni su objetivo sacar a los caicareños de la pobreza, aunque hacen lo que pueden en este sentido. La suya es una respuesta a la invitación de Dios a vivir la fe con aquellos que son, en Hispanoamérica, los favoritos del Señor.

Según los datos de las Obras Misionales Pontificias, 28 sacerdotes fueron asesinados en tierra
de misión durante el año 2009, en todo el mundo. Muchos otros entregan su vida día a día en el más absoluto anonimato, respondiendo en cuerpo y alma a la llamada de Dios a ser fieles a la vocación misionera.

La misión es una vocación de todos los bautizados. Así lo demuestra el dato, contabilizado por la Delegación Diocesana de Misiones, de que alrededor de 200 malagueños se encuentran de misiones fuera de nuestra diócesis.
Desde hace más de 50 años, nuestra diócesis tiene un compromiso con Venezuela y están allí, en la actualidad, cinco sacerdotes malagueños, tres de ellos, en Caicara del Orinoco.
El ejemplo más destacable es el de Amalio Horrillo, que, a pesar de su edad, y tras haber estado en tierra de misión gran parte de su vida, se ha vuelto a incorporar al equipo.
Los malagueños tenemos motivos por los que dar gracias a Dios por nuestros sacerdotes y para orar por su santificación, y una de esas razones la encontramos en Caicara.
Monseñor Crisanto Mata Cova, obispo de Cumaná cuando empezó la vinculación de nuestras tierras y fundador de la Misión junto a D. Ramón Buxarráis, visitó Málaga siendo arzobispo de Ciudad Bolívar, y no pudo sino expresar su deuda de gratitud con esta tierra: “Gracias, diócesis de Málaga, gracias hermanos obispos y sacerdotes de Málaga”.

ANUNCIAR EL EVANGELIO

Las catequesis, la atención pastoral a los enfermos y la formación de grupos de matrimonios son algunas de las múltiples formas de anunciar a Cristo que realizan a diario los sacerdotes malagueños en misión. Son tantas y tan necesarias que este año no han podido asistir a la Convivencia Sacerdotal de Navidad en Ciudad Bolívar, que se celebra cada año, por falta de tiempo y multiplicidad de tareas pastorales. Sin embargo, en su blog (www.misioncaicara.blogspot.com) pueden verse los frutos que ese trabajo produce.
El padre Amalio Horrillo ha vuelto a Caicara hasta que el Señor quiera, y está ayudando sacerdotalmente en actividades pastorales en la ciudad, lo que permite que Juan de Jesús y Manuel puedan salir a los campos sin ninguna dificultad para atender a poblaciones muy distantes dentro del territorio misionero.
Ellos mismos cuentan: “Se le ve muy feliz y contento de estar aquí. Está realizando un maravilloso servicio sacerdotal, los fieles están encantados con él, y nosotros los compañeros reconocemos el gran bien que realiza, pues sigue siendo muy válido y útil su ministerio presbiteral. Bendecimos y agradecemos a Dios el tiempo que él disponga y permita que esté con nosotros”.

SANTIFICAR
En la tarea de santificar, el sacerdote hace presente a Dios en la vida de los hombres por medio de los sacramentos. En el pasado mes de diciembre, 290 personas han sido bautizadas en el territorio de la Misión, 37 niños han recibido el sacramento de la reconciliación antes de recibir su primera comunión, y  se ha celebrado un acto penitencial al que han acudido feligreses de muchos puntos de Caicara. Más de 10 jóvenes han recibido el sacramento de la confirmación en el Campamento Bauxilum, Pijiguaos y la Urbana. La Eucaristía es vivida con mucha intensidad en esta tierra de misión, aunque de los últimos meses, los misioneros destacan que, en la zona de La Urbana-Pijiguaos, se quedaron sin misas en Navidad por primera vez en 23 años, debido a la falta de sacerdotes para atender tan vasto territorio.

GUIAR A LA COMUNIDAD
Como Cristo, nuestros sacerdotes misioneros no han optado por los pobres, sino que se han hecho uno más entre ellos. En la misión comparten sus sufrimientos, sus alegrías y sus sueños.
Esta Navidad, en el caserío de Santa Catalina, Juan de Jesús llevó a cabo el reparto de juguetes para los niños del campo y se bendijeron las primeras instalaciones de Serlaca (la Ciudad del Aluminio), a las afueras de Caicara, donde se está preparando una especie de Parque Industrial, que generará riquezas y ayudará al desarrollo de esta comarca. También se están construyendo dos capillas en las poblaciones de Urquía y El Machito, que están muy avanzadas. Son muy sencillas, de pequeñas proporciones, pero muy útiles y necesarias para convocar a la comunidad cristiana y reunirla en torno a la Palabra, los Sacramentos y la catequesis.
 

Autor: diocesismalaga.es

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