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Macharaviaya, la tierra de los Gálvez

Publicado: 10/09/2020: 16202

En pleno corazón de la Axarquía, Macharaviaya, es conocida por ser la cuna de los Gálvez, una de las familias más relevantes de la nobleza española durante el siglo XVIII, que tuvo un papel fundamental en la Guerra de la Independencia de Estados Unidos y fueron los grandes mecenas e impulsores del pueblo.

La iglesia de San Jacinto data de 1505, cuando fue erigida por el arzobispo de Sevilla, Diego de Deza. Pero posteriormente tuvo que ser reedificada en tiempos de Carlos III, en el año de 1785, gracias a la familia Gálvez, que entre otros poseía en la localidad una famosa fábrica de naipes, que contaba con el monopolio de naipes para las Indias.

Según el diccionario de Pascual Madoz, «en el pueblo destaca sobremanera la imponente mole de la iglesia de San Jacinto, un edificio sólido de piedra y ladrillo, de orden corintio y de una sola nave con 42 varas de longitud y 10 de latitud... Consta de 8 altares de mucha sencillez y elegancia, con sus mesas de mármol jaspeado y un magnífico cuadro cada uno... en el punto más central de su frontis hay un cuadro de muy poco mérito que representa un crucifijo antiquísimo, el cual según consta en el archivo municipal estuvo conservado 700 años durante la invasión mahometana en una cueva llamada de la Hiedra. A su izquierda se ve una hermosa pintura de San Bernardo... y en la parte superior otra de San Jacinto, que es titular de la parroquia. Los demás altares son enteramente iguales sin más diferencia que la de la imagen de su veneración... todas son del célebre Murillo... Debajo de la iglesia existe el panteón de los señores Gálvez, de igual dimensión, elaboración y materia que ella..».

El mausoleo o cripta de los Gálvez fue construido en 1785 por esta familia, se encuentra bajo la iglesia de San Jacinto, y llama la atención por su tamaño, igual al de la misma iglesia. En el, se encuentran los restos de algunos miembros de la familia.

A pesar de sufrir en siglo XIX, como tantos otros pueblos de la comarca, el azote de la filoxera en sus viñedos y la posterior crisis que supuso, a día de hoy, como recuerda su párroco, Enrique Mateo, «me sigue impresionando cada día llegar a Macharaviaya, ya que tras curvas y miradores al paisaje de la Axarquía, es una sorpresa cuando descubres el pueblo coronado por la parroquia que sobresale por encima de las casas. Una auténtica “catedral” que enriquece y magnifica el patrimonio de esta localidad».

Macharaviaya en la Diputación de Málaga

Ayuntamiento de Macharaviaya

Beatriz Lafuente

Licenciada en Periodismo e Historia. Casada desde 2011, es madre de un hijo.

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