NoticiaEn los Medios Manolo Lozano, misionero Publicado: 15/06/2021: 15285 EL ALFÉIZAR, DIARIO SUR «En Venezuela muere más gente que en la guerra». Esta afirmación es del sacerdote malagueño Manuel Lozano. Ejemplo de solidaridad y encarnación, ha estado junto al pueblo venezolano más de un cuarto de siglo en la misión que la diócesis de Málaga tiene en Venezuela. Antes ejerció su ministerio como párroco en Atajate, Benadalid, Algatocín, Benalauría, Jubrique, Genalguacil, Benarrabá, Gaucín, Estación de Gaucín y, en Málaga, en la parroquia de Santo Ángel. Manolo ha fallecido. Me ha dado pena. También rabia. Sí, rabia porque no necesariamente tenía que haber muerto. Falleció de las complicaciones derivadas del coronavirus ¿Por qué un malagueño que nació en 1959 no tenía la vacuna del Covid-19 puesta? Porque decidió compartir su suerte con los más débiles en la misión, en Caicara del Orinoco. Y porque no hay vacunación universal. Compartir la vida hasta las últimas consecuencias es lo que tiene. Te juegas la vida. Como se la juegan los venezolanos que mueren a diario. Desgraciadamente, los más débiles siempre pagan el pato. Manolo Lozano ha muerto. Málaga debería aplaudir su vida entregada hasta el final. Como todo ser humano habrá tenido sus luces y sombras, pero, en lo que lo conocí, ha tenido mucha luz. Luz iluminada por su cercanía, cariño, sensibilidad; por su preocupación por los más pobres, por su atención especial a jóvenes y niños, por su marcado acento profético de vida y palabra. Por su vida evangélica. Ha muerto un cura. Orgullo siento al sentirme parte de la familia sacerdotal que tenía como hermano a Manuel Lozano porque, aunque Málaga ha compartido alimentación y recursos con la misión en Venezuela, la gran aportación malagueña radica en la aportación personal de seglares y sacerdotes. Han sido muchos presbíteros malagueños, como Manolo, los que han estado en la misión diocesana a lo largo de más de 40 años. Personas que han hecho suya la expresión del obispo malagueño San Manuel González: «ser evangelios vivos con pies de cura».