NoticiaEntrevistas Loreto Ballester: «Es fácil olvidarse de quien pasa hambre si no la pasas» Loreto Ballester durante su visita a Málaga // S.FENOSA Publicado: 22/08/2017: 21469 “La explotación de las tierras y el control de la disponibilidad de alimentos” fue el título de la conferencia que Loreto Ballester, catedrática de Química y directora de la Institución Teresiana de 2000 al 2012, impartió recientemente en Málaga. ¿QueÌ aporta el Evangelio a este tema? El Evangelio aporta un modo singular de comprender la riqueza que Dios nos ha entregado en la naturaleza, laindiscutibledignidad de las personas y de los pueblos, con sus culturas y el compromiso de hacer de su cuidado causa comuÌn con especial compromiso hacia los pobres. Con ello, tenemos que decir NO a ciertos modos de acaparar tierras productivas, sustrayeÌndolas, por diversos mecanismos, para ponerlas “al servicio de los intereses econoÌmicos de corporaciones transnacionales” (LS 38-39). Con repercusioÌn en una menor disponibilidad de alimentos para dichas poblaciones hasta llegar a generar hambrunas en el caso de los monocultivos. Desde su experiencia, ¿queÌ ha aportado “Laudato si” para los cristianos? DespueÌs de compartir con muchas personas, puedo decir que al menos, nos aporta tres. Tres “c”: conocimiento, confianza y compromiso. Impacta, asiÌ lo reconocen tambieÌn quienes con otras creencias la valoran y acogen, la impresionante aportacioÌn al conocimiento de lo que significa este desafiÌo. Sorprende la integracioÌn de aspectos: teoloÌgico- biÌblicos, eÌticos, cientiÌficos, socioloÌgicos, econoÌmicos, educativos, de espiritualidad. Al mismo tiempo experimentamos la confianza de que es posible su propuesta y nos reconocemos impulsados al compromiso, para el que nos ofrece ¡tantas pistas de oÌrdenes distintos! ¡Hay para todos! Manos Unidas nos proponiÌa este año como lema: “El mundo no necesita maÌs comida, necesita maÌs gente comprometida” ¿CoÌmo lo ve usted? ¿QueÌ se puede hacer para una mejor distribucioÌn de alimentos? Desde que se presentoÌ la campaña experimenteÌ el acierto del lema. Somos las personas las que gestionamos lo que la naturaleza nos ofrece, lo que nos puede brindar. Con los medios cientiÌficos y teÌcnicos que permiten una mejor productividad, una mejor conservacioÌn y distribucioÌn, incidiendo en la educacioÌn alimentaria. Es la voluntad humana, individual y colectiva la que es capaz de poner o no este conocimiento y esta gestioÌn al servicio de una distribucioÌn equitativa de los alimentos. Tener capacidad econoÌmica no justifica el uso individualista e insolidario de losrecursosquesonparatodos. ¿Nos hemos acostumbrado los cristianos a que siga habiendo hambre en el mundo? Creo que no. No podriÌa decirlo de modo general cuando llevo conmigo rostros de la vida en cerca de 35 paiÌses del mundo. SiÌ afirmo que en contextos que no son de carencia generalizada de alimentos, cuando no tenemos cerca la experiencia de lo que es acostarse diÌa a diÌa con hambre - recuerdo muy bien el lugar, el diÌa y la hora en que escuche esta expresioÌn ¡sin agresividad! de un adulto- es muy faÌcil que nos olvidemos. AsiÌ me sucede a miÌ. Y ¡ya no nos bastan las imaÌgenes de la tele, las cifras astronoÌmicas que conocemos o los esloÌganes!