NoticiaCáritas "Testigos en primera línea", por Francisco Sánchez, director de Cáritas Diocesana de Málaga Publicado: 26/03/2014: 4246 En muchas ocasiones me preguntan desde otras diócesis, cómo es el trabajo que desarrolla Cáritas en Melilla. Cuando comentamos el trabajo que se hace, todos dicen: “¡Qué testimonio!”. En una situación geográfica tan única como la ciudad de Melilla, ésa es la expresión que mejor lo define: ¡testimonio! Un testimonio de Cáritas y muchas otras instituciones, órdenes religiosas cristianas que ayudan de muchas maneras ante la realidad de pobreza y no sólo de la inmigración. Un testimonio encarnado, porque quienes viven su fe en ese contexto social viven en primera línea la desesperación vital en la que se debaten nuestros hermanos del otro lado de la frontera, que están en muchas ocasiones “en manos de mercaderes de la carne”. En esta realidad, los cristianos de allí intentan vivir su fe sin perder de vista, y no es fácil, que todos somos hijos de Dios. Conscientes de la necesidad de unas políticas humanizadoras con la migración, son ellos quienes de cerca viven el fracaso de una sociedad que no consigue abordar las causas que hacen que las personas se jueguen la vida para encontrar otra más digna. Son ellos quienes ven de cerca a las personas que buscan mejorar su vida huyendo muchas veces de la miseria, de la injusticia, de las violaciones de los derechos humanos… Y esto, en muchas ocasiones, se nos olvida. Como dice el Papa, «en nuestra sociedad hemos ido perdiendo el sentido de la responsabilidad fraterna […] En este mundo de la globalización hemos caído en la globalización de la indiferencia» y caemos en el error de hacerlos culpables. La defensa de la dignidad de toda persona, como hijo de Dios, más allá de su procedencia, raza, lengua, religión,… se ve en el trabajo de la Iglesia en Melilla. Su testimonio cristiano está rebosante de significado evangélico, llevando esperanza ahí donde tanta esperanza está frustrada. Saben que no van a solucionar todo el desorden mundial de desprecio a la dignidad humana, pero también saben que esa es su contribución desde la fe en Jesucristo por hacer un mundo más justo, fraterno y solidario. Y más allá de ayudar de muchas maneras como lo hacen, recuerdan y piden a todas las instancias competentes, que desarrollen políticas de cooperación al desarrollo en los países de origen y que humanicen las política migratorias. Autor: Francisco Sánchez, director de Cáritas Diocesana d