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Javier Peña: «Un tercio de los alimentos producidos se destruye»

Publicado: 19/12/2012: 7800

«Más de 100.000 personas reciben diariamente en Málaga la ayuda de artículos de primera necesidad», afirma el presidente de Bancosol Málaga, Javier Peña (Villamartín, Cádiz, 1942). Esta entidad, que acaba de recibir el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, recoge alimentos excedentes de las grandes superficies y se los hace llegar a las instituciones más necesitadas, gracias a la ayuda de un gran número de voluntarios

–Acabáis de realizar la Gran Campaña de recogida de alimentos, ¿cómo ha ido? 

–El hecho de haber movilizado a toda Málaga (capital y provincia) en una operación sin precedentes de participación solidaria, ya es un éxito. Han participado 18 cadenas de alimentación en 230 establecimientos, 1.500 voluntarios, todos los medios de comunicacion, la cara amiga de Estrella Morente, y un largo etcétera. Algo que, sin duda, marcará un antes y un después en el camino del corazón humano. Nos fijamos una meta de 150.000 kilos y... se ha superado, con la aportación de 250.000 kilos. 

–¿Son tantas las necesidades en Málaga y tanto el excedente de alimentos que se puede aprovechar?

–Sólo las personas atendidas desde las entidades benéficas que forman parte de la red de Bancosol, suman 55.000 diarias. A éstas hay que añadir las que atienden otras redes. Entre todas hay más de 100.000 personas pidiendo artículos de primera necesidad; algo que está en la conciencia de la sociedad en la que vivimos. En cuanto a lo que se desaprovecha, es demasiado. Un tercio de los alimentos producidos se tiran o se destruyen y eso es lo más grave, porque el 50% de este despilfarro se produce en los hogares. Algo que nos invita a un cambio de mentalización y a educar en valores, en virtudes humanas; porque se nos han olvidado. 

–¿Por qué en Navidad la solidaridad es mayor? Las necesidades siguen existiendo cuando acaba la Navidad. 

–Por supuesto que las necesidades son permanentes. Sin embargo, la Navidad la tenemos asumida como tiempo de amor y de paz. Es, cuando menos, donde las raíces cristianas encuentran un mayor florecimiento. Momento en el que nos disponemos a recibir a un Dios que se hace criatura humana; el pequeño niño que yace sobre el humilde pesebre de Belén, días en los que somos más receptivos para todo cuanto esto significa. A los cristianos nos corresponde prolongar, a lo largo del año, nuestro respeto y gran cariño a toda la familia humana, sin distinción de credo o color. 

–¿Qué llevó a Javier Peña a integrarse en este proyecto? 

–Ahora que estamos en el Año de la fe, puedo y quiero decir que es el credo de los apóstoles el que me abre todos los horizontes y da sentido a mi vida. En el Evangelio y muy especialmente en las “Obras de Misericordia” encontré fuerza y ánimo para sustentar mi esperanza; ellos me impelen a no perder el tiempo y estas oportunidades que son nuestro mayor tesoro. 

–Han recibido el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2012, ¿qué significa este galardón? 

–Un reconocimiento del mayor nivel. Algo que agradecemos muy sinceramente, tanto a la fundación que promueve esta distinción como al jurado que la concedió. La confirmación de que, éste es un cauce seguro para que nuestra sociedad, que ahora sufre con los más desfavorecidos, pueda aportar alimentos para el bien común de todos. Y, sobre todo, que nuestra red de entidades benéficas, será permanente compromiso con los sin voz, con las víctimas de nuestro desorden.

Autor: Encarni Llamas Fortes

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