¿Cuándo y porqué estudió en la Escuela Teológica "San Manuel González"?
Comencé en septiembre de 2001, con 18 años. Tenía un grupo de catequesis de postcomunión y me propusieron una formación más amplia en la escuela de agentes de pastoral, que así es como se llamaba en aquel entonces. No tenía muy claro, estar todos los viernes por la tarde durante tres años recibiendo clases y trabajando en grupos, pero finalmente di el paso, y menos mal que lo hice.

¿Qué valoración hace del proceso de formación?
Fueron tres años de muchas vivencias. Aún conservo el material de los diferentes módulos. Tuve la suerte de tener muy buenos profesores y compañeros de grupo con los que aún tengo contacto. Todos veníamos de realidades eclesiales muy diferentes, edades dispares. Mi grupo, lo formaban religiosas, padres, abuelas, o estudiantes como yo. Había una riqueza enorme. La metodología de la escuela del VER-JUZGAR-ACTUAR, me ha sido muy útil no solo para la acción pastoral, sino para mi vida personal.

¿Para qué le ha servido en su misión dentro de la Iglesia?
La formación en la escuela me ha servido mucho para ahondar en mi sentir de pertenencia a una comunidad de fe en la Iglesia Diocesana. Al acabar el proceso me ayudó a definir la vocación dentro de la misión pastoral, que siempre ha sido en el ejercicio de la caridad. Ahora incluso, para poder servir durante los próximos cuatro años en mi hermandad de la Salutación, como hermano mayor.

¿Por qué la recomendaría?
Porque se ofrece una ocasión de formación amplia y sencilla de entender, y porque durante este tiempo caminas junto a otras personas que sin duda serán parte importante del proceso formativo. Al margen de la obligatoriedad para ciertas tareas pastorales, la escuela es una oportunidad única de conocimiento y profundización personal con Dios y contigo mismo.