Francisco ha explicado que con estas palabras, el Resucitado, por un lado, “confía a las mujeres un mandato misionero hacia los Apóstoles”; por otro, “recompensa con este gesto especial de atención y predilección el admirable ejemplo de fidelidad, dedicación y amor a Cristo de estas mujeres”.
El Papa además ha recordado cual es el mensaje pascual que estamos llamados a proclamar, con palabras y sobre todo con el testimonio de la vida: “Si Cristo ha resucitado – dice – es posible mirar con confianza todos los acontecimientos de nuestra existencia, incluso los más difíciles llenos de angustia e incertidumbre”. El Papa nos pide hoy que esta alegre noticia “resuene en nuestros hogares y en nuestros corazones: "¡Cristo, mi esperanza, ha resucitado!”, pues – puntualiza – “esta certeza refuerza la fe de todo bautizado y anima especialmente a aquellos que se enfrentan a mayores sufrimientos y dificultades”.
Y justo antes de rezar el Regina Coeli, expresó su deseo de Pascua: “Que María, testigo silencioso de la muerte y resurrección de su hijo Jesús, nos ayude a creer firmemente en este misterio de salvación que, acogido con fe, puede cambiar nuestras vidas”.
EL PAPEL DE LA MUJER
Después de rezar el Regina Coeli el Papa hecho una pequeña reflexión sobre el importante papel de la mujer en el mundo, ya desde tiempos del anuncio de la Resurrección de Jesús: “Hoy quisiera recordarles lo que hacen muchas mujeres, incluso en este momento de emergencia sanitaria, para cuidar a otros: doctoras, enfermeras, agentes de las fuerzas del orden y de las cárceles, empleadas de tiendas de bienes de primera necesidad... y muchas madres y hermanas que se encuentran encerradas en la casa con toda la familia, con niños, ancianos y discapacitados”. El Papa ha dirigido un pensamiento especial a aquellas mujeres que corren el riesgo de ser sometidas a violencia “por una convivencia de la cual llevan una carga demasiado grande”: “Oramos por ellas, que el Señor les dé fuerzas y que nuestras comunidades puedan apoyarlas junto con sus familias”.