Las hermandades han unido sus esfuerzos al resto de la comunidad parroquial y a la Iglesia diocesana para contribuir en el sostenimiento del templo, al que se han realizado durante algo más de un año intensos trabajos de reparación interior, dirigidos especialmente a acabar con los problemas de humedad del edificio.

Han sido recuperadas también las numerosas criptas que Santiago acoge y que desde ahora no sufrirán los efectos de la acumulación de agua. Se trata de una de las parroquias más antiguas de Málaga, cuya construcción ha sido datada en 1490.