NoticiaParroquias Candelas para celebrar la Presentación del Señor Virgen de la Candelaria de Colmenar Publicado: 30/01/2017: 9895 Fiestas de la Candelaria en Alfarnate, Alhaurín de la Torre y Colmenar. El día 2 de febrero de cada año celebramos la fiesta de la Presentación del Niño Jesús en el templo. El anciano Simeón proclamó entonces: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel», dando a entender que ese Niño sería la luz que iluminaría a los gentiles. Por eso, en esta fiesta se recuerdan las palabras de Simeón con candelas que simbolizan a Jesús como Luz de todos los hombres. De aquí viene el nombre de la “Fiesta de las candelas” o el “Día de la Candelaria”. La fiesta de la Candelaria tiene distintas particularidades según en el punto de la diócesis en el que nos situemos, aunque mantiene elementos comunes: el traslado de la Virgen desde la ermita hasta la iglesia, el encendido de las candelas, la bendición de las roscas de pan y la presentación a la Virgen de los niños nacidos en el último año. El párroco de Alfarnate, Antonio Jesús Jiménez, habla de esta fiesta como «de un gran acontecimiento en el que todos participan, lo que la hace memorable año tras año». Su peculiaridad es que «se viste a una niña y a un niño de la Virgen y de san José y se les pasea hasta la ermita en un carro tirado por una burra. Durante toda la procesión, la gente del pueblo va detrás cantando a la Virgen». Un detalle a tener en cuenta son los laboriosos panes que llevan para ser bendecidos. Además de las famosas roscas que llevan los adultos, los niños sujetan hornazos y pavitas. Los hornazos son unos panes redondos con un huevo duro en medio decorado con un lazo azul. Y las niñas llevan las “pavitas”, que son unos panes horneados con todo detalle formando la figura de un pavo, también con un huevo duro en el lomo y decorado con un lazo rosa. Para Reinaldo Aguilera, párroco de San Sebastián de Alhaurín de la Torre, la peculiaridad de esta fiesta «es la instalación de cuatro mástiles en los que se insertan las roscas de pan traídas por las personas del pueblo. Estos mástiles se colocan junto a la Virgen para, posteriormente, ser vaciados por los lugareños, quienes cogen las roscas bendecidas. Es una fiesta que funde tradición, religiosidad y festividad popular». Francisco del Pozo, párroco de Colmenar, por su parte, afirma que «las fiestas son como la feria del pueblo. Durante una semana se realizan distintas actividades. Este año comienzan el 29 de enero con el traslado de la Virgen desde la ermita a la iglesia del pueblo, celebrándose a posteriori la Eucaristía. En la novena participan todos los grupos del pueblo, desde los niños de la catequesis, hasta las amas de casa o las personas que trabajan el campo, entre otros. La noche antes del día de la Virgen, se celebran las candelas, que consisten en encender una gran hoguera en el patio de la iglesia. La gente lleva velas para encenderlas con el fuego bendecido». El mismo día de la Virgen, sigue explicando, «se bendice a los niños y se les presenta a la Virgen. Este año, la Virgen regresará a la ermita el domingo 5, en un recorrido que dura hasta 12 horas. Elena Contreras