NoticiaArciprestazgo Ronda y Serranía Los niños de Ronda y Serranía viven juntos el campamento Publicado: 24/07/2015: 13669 Del 15 al 18 de julio, 30 niños y adolescentes de varias parroquias de Ronda y Serranía celebraron su campamento de verano en El Burgo. Varios participantes y catequistas comparten su testimonio. Rocío Aragüez, catequista de Ronda «La alegría de un tiempo nuevo con Jesús» Un año más, gracias a Dios, y no después de algunas dificultades organizativas, los niños de Ronda y la Serranía hemos disfrutado de nuestro campamento. Cuatro días, entre el 15 y 18 de Julio, intensos y divertidos, en que 30 niños de El Burgo, Yunquera, Ronda y Mollina, algunos jóvenes (“Los increíbles”), monitores, cocineras, curas y nuestra científica chiflada, hemos recibido la visita de Pedro, Noé, Moisés, María y Teresa. Junto a ellos hemos podido compartir y descubrir la alegría de un tiempo nuevo con Jesús, tiempo de vivir, de servir, de alegría, de caminar juntos, agradecer y ser testigos en la Iglesia y en nuestros pueblos de todo lo que Jesús estos días nos ha regalado. Hemos compartido estos 4 días en “La Rejertilla” (El Burgo), en plena naturaleza y no han faltado juegos, baño (una gran alberca natural), escalada, talleres, catequesis, oración y la celebración de la Eucaristía. Un año más para dar gracias a Dios. Mari Carmen "la Pana", monitora de El Burgo «Mi experiencia en el campamento de la Serranía de Ronda ha sido bastante buena» Nuestro campamento en la Serranía comenzó el día 15 de Julio por la tarde y terminó el sábado 18 de Julio con un almuerzo compartido que trajeron los padres de los pequeños. Llevo asistiendo al campamento de la serranía 9 años, de los cuales éste ha sido el más diferente de todos. En primer lugar porque días antes al campamento no tenía ilusión por ir y pensaba que no iba a dar ni el 50% con los niños, pero ellos han echo que dé el 100%; el número de días era menor y el número de niños era la mitad de años anteriores, pero esto no ha sido un impedimento para que no lo disfrutase desde el minuto uno, porque hemos sido una gran familia. El viernes fui la jefa de día, este día los pequeños realizaron escalada. En cada pequeño se vio la ilusión y las ganas que tenían de estar allí porque, al pesar del calor y el cansancio, ellos te hacían que tuvieras una sonrisa y tirases del carro en todo momento. En cada uno de los niños se aprecia la inocencia de Jesús y vemos que el camino lo hacemos difíciles nosotros, que siempre tenemos que mirar el lado bueno de las cosas. De este campamento puedo decir que ha sido uno de los mejores que he vivido, ni una sola peleilla entre niños y buenisimo, buen rollo con mis compañeros. Todos estaban dispuestos para lo que le pidiese. Me alegro del grupo tanto de niños como de monitores con el que he trabajado, y desde aquí darle las gracias a todos los que han hecho posible este campamento. Gracias y espero que los niños sigan el camino, y todos juntos sigamos conociendo a Jesús. Paqui Gil, Jefa de Campamento Después de algunos contratiempos, con la ayuda del Señor y el empeño y compromiso de jóvenes y adultos, los niños del Arciprestazgo Ronda-Serranía han podido disfrutar de su tan esperado campamento de verano. Han sido cuatro días cargados de emoción en los que niños y niñas de las parroquias de El Burgo, Yunquera, San Rafael y San Cristobal de Ronda, este año y por segunda vez consecutiva también del pueblo de Mollina, se han encontrado para celebrar juntos la alegría del evangelio. Bajo el lema ”La alegría de un tiempo nuevo con Jesús” y con la ayuda de un científico loco enamorado de Dios, hemos realizado un viaje en el tiempo encontrándonos con personajes tan importantes para la fe como Moisés, Noé, Pedro, María, Santa Teresa de Ávila que han ayudado a los niños y niñas a descubrir el estilo de vida que Dios quiere. Quizás hayamos sido pocos- en número -pero muchos en vivencias positivas, entrega y convivencia, porque en estos días el paraje natural que nos daba cobijo, relucía impregnado de los valores de Reino. En definitiva han sido unos días en familia, impregnados del amor de Dios. A partir de ahora nos queda seguir caminando juntos dejando que Dios transforme nuestras vidas como lo hizo con los compañeros de viaje que nos han acompañado en estos días.