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Archidona-Campillos, un arciprestazgo diverso

Ermita de Ntra. Sra. de Gracia de Archidona
Publicado: 22/08/2014: 12364

Quizás suene a tópico, pero es la verdad y nada más que la verdad. La zona del arciprestazgo Archidona-Campillos se caracteriza por la diversidad.

Aunque se extiende por tres comarcas limítrofes Antequera, Guadalteba y Archidona, y tienen un nexo común en sus costumbres y tradiciones, son muy distintas en otros aspectos. De ahí que cuando llega la época de las vacaciones estivales, no se me ocurre mejor y más barata manera de disfrutarlas que recorriendo con tranquilidad, paz y sosiego los muchos rincones con encanto que sus pueblos nos ofrecen, en una ruta que nos permitirá admirar paisajes naturales espectaculares y rememorar sitios históricos, además de disfrutar de su rica y variada gastronomía, así como de poder degustar los vinos de la tierra, consiguiendo convertirla en un camino hacia fines diversos que no por cercanos son conocidos.

Os propongo visitar lugares salpicados de monumentos y museos arqueológicos, de arte sacro y monográficos, como los que ofrecen Archidona, con sus iglesias y la ermita del cerro de la Virgen de Gracia, un templo construido en la mezquita del siglo IX-X, así como su archiconocida Plaza Ochavada, y Teba, con sus abundantes vestigios históricos, entre los que destacan la iglesia de la Santa Cruz Real, del siglo XVII, el convento de San Francisco (siglo XV), y el castillo de la Estrella, del siglo IX, y la cueva neolítica de Las Palomas, pasando por Alameda, donde se nos ofrece la visita de su iglesia parroquial, sus termas romanas y la tumba del famoso José María “el Tempranillo”.

Si os seduce la idea de deleitaros con parajes naturales incomparables, es muy fácil. A corta distancia y en la misma jornada, podéis disfrutar de los pantanos de Guadalteba y Guadalhorce, en Campillos, y de Iznájar, en Cuevas de San Marcos, y en medio del camino, la laguna salada de Fuente de Piedra, con miles de flamencos, que cuenta con un centro de interpretación, donde se proyectan interesantes películas sobre las aves migratorias, y por si fuera poco, muy cerquita, en los términos de Mollina y Humilladero, podemos gozar de sus parques naturales (Santillán y Sierrecilla), con parada y fonda si queremos descansar en sus establecimientos hoteleros y camping, para degustar sus vinos y licores dulces, secos, blancos, tintos y rosados, que se disputan el complemento gastronómico de la famosa “porra antequerana o campillera”.

Desde la sierra de San Jorge, en Villanueva del Trabuco, hasta los encantadores pueblos que limitan con la provincia de Sevilla, Almargen y Sierra de Yeguas, la geografía es variopinta, pero sus gentes, sus vecinos, iguales en su hospitalidad y en su generosidad.

Rubén Reale

Sacerdote diocesano

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