La Asunción fue su colegio hasta 1975, cuando se marchó para hacer COU. Pero solo cuatro años después volvió al centro, ya convertida en profesora. Hoy, en la Asunción, enseña Lengua y Plástica y atesora un sinfín de recuerdos. «Hay veces que entro en la capilla y hasta huelo cuando era pequeña. El colegio tiene una capilla maravillosa,
de un gótico tardío. Esas vidrieras a media luz, ese olor…es como si lo viviese en ese momento. Si veo a una religiosa por la calle vestida de color morado me acerco a ella inmediatamente. Mi marido me dice: “¡pero si no la conoces!”. Pero yo voy a presentarme».

Las hijas de Ana, que hoy tienen 30 y 21 años, también han sido alumnas del centro: «A ellas les digo que trabajar allí no es sólo una profesión, es vivir en familia, una sensación fuera de lo normal».

Ana, que va a celebrar el 150 aniversario de la Asunción en Málaga, vivió también los actos conmemorativos del centenario: «Yo tenía cinco años. Recuerdo la sensación del teatro, de las películas…Ahora lo vivo mucho más de cerca». En esta celebración tan destacada, Ana tiene tan solo un deseo: «Que la Asunción continúe como está, cada
vez mejor, y que en los tiempos que estamos viviendo vaya siempre a más y que lleguemos adonde tenemos que llegar en la vida de muchos malagueños y niños a los que queremos hacer la vida más agradable».