El objetivo era acercar a la comunidad cristiana las necesidades de las personas a las que atienden y también hacerles partícipes de su actividad, de su amor por los más pobres, de su fe y esperanza.

En este curso querían poner en marcha alguna acción diferente que les permitiese acercarse más a los jóvenes para hacerles llegar su experiencia de Dios en los pobres. Por eso, finalmente optaron por comenzar por una convivencia matinal para jóvenes y adultos de la parroquia.

El encuentro comenzó con una presentación conjunta en la que, a través de un video, el grupo de Cáritas invitaba a los asistentes a mirar el barrio con otros ojos. Después se formaron tres grupos que fueron pasando por los distintos talleres.

El primero de ellos llevaba por título ‘La Acogida’. Con él querían que descubriesen en primera persona lo difícil que es no poder ayudar a todas las familias que lo necesitan. El segundo fue ‘El Acompañamiento’. Con este taller se pretendía transmitir que Cáritas es mucho más que prestar ayuda económica. Cáritas también acompaña a las personas en el proceso para salir de su situación de pobreza. Por último, ‘El Voluntariado’, una oportunidad para acercar el trabajo cotidiano de los voluntarios a los participantes del taller.

La jornada finalizó con una oración en la capilla, que fue ambientada para la ocasión. En un lugar privilegiado se colocaron tres símbolos: la Palabra de Dios, el logotipo de Cáritas Parroquial y un gran reloj. Con ellos se quiso transmitir la idea de que el Señor llama a compartir nuestro tiempo con los más pobres a través de Cáritas.

El resto de la semana continuaron las actividades de sensibilización. Entre ellas, destacan los comentarios y testimonios colgados en el blog parroquial.

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