María Antonia Garbín ha manifestado que las Hijas de la Caridad «han sido y son» un pilar importante para la sociedad melillense, «sobre todo para aquellas personas que, durante todos estos años, las han necesitado y porque guardan unos valores cruciales para esta ciudad».  Su marcha provoca que dejen de prestar servicio en, además de en la Escuela Infantil Santa Luisa de Marillac, situada en el barrio del Real, el Centro Asistencial de la Gota de Leche.  Como explicaron ante los medios de comunicación, dijeron sentirse muy «apenadas» por tener que abandonar una tierra «tan solidaria» como Melilla. No obstante, están seguras de que habrá mucha gente que se vuelque con las necesidades de los más pobres.  Preguntada por si hay posibilidad de volver a Melilla, Sor Antonia dijo que dependerá de las vocaciones que surjan. Además, la religiosa señaló que ser Hija de la Caridad «merece la pena».  La titularidad de la Escuela Infantil Santa Luisa de Marillac la asume la Fundación diocesana de enseñanza Santa María de la Victoria.