NoticiaMelilla «Melilla no se abandona, se refuerza» Publicado: 26/10/2011: 1830 • El sr. obispo destaca la remodelación pastoral de atención a la ciudad El sr. obispo ha presidido la toma de posesión del nuevo vicario episcopal territorial de Melilla, el sacerdote diocesano Roberto Rojo Aguado. «Fue un acto muy emotivo –señala el propio Roberto– en el que, además, tomé posesión como párroco del Sagrado Corazón y de la Purísima Concepción». «Me acompañaron todos los sacerdotes de la ciudad –continúa–, incluido el obispo emérito, Mons. Buxarráis; y D. Jesús tuvo un gesto muy señalado cuando se levantó de la sede y me hizo tomar asiento para significar mi nueva misión al servicio de la Iglesia de Melilla». En la misma celebración, el anterior vicario territorial, el sacerdote Juan Manuel Barreiro, se despidió de la comunidad cristiana melillense y anunció que su nuevo destino será la Misión Diocesana de Caicara del Orinoco en Venezuela. Al finalizar la Eucaristía, se celebró un pequeño ágape ofrecido por la cofradía de la Soledad y diversos miembros de las parroquias. El nuevo vicario, a pesar de llevar sólo una semana en Melilla, manifestó sentirse "muy bien acogido por parte de todos los fieles. Estoy muy a gusto. Yo ya conocía la ciudad como turista, y ahora he comprobado que es un pueblo muy acogedor". RUEDA DE PRENSA El sr. obispo y el vicario territorial han ofrecido una rueda de prensa en la que D. Jesús manifestó que Melilla es parte importante de la diócesis de Málaga y explicó que la reestructuración que se ha realizado en las parroquias de la ciudad corresponde a un deseo de adaptar mejor el servicio que se presta a las necesidades de la comunidad católica de aquella ciudad. Según recogió la agencia Europa Press, el Sr. Obispo dijo que "no es por tanto que la Iglesia se va marchando de Melilla, sino que hay un reajuste, por razones de personal y por razones de fidelidad y de mayor dedicación a las obras propias". Y es que en algunos ámbitos se había hecho una lectura de esta remodelación en clave de "repliegue" de la Iglesia, cuando lo que han hecho los religiosos es dejar unas tareas pero para dedicarse a otras más propias de su carisma de servicio a los más necesitados. Los paúles, concretamente, han asumido la coordinación de la Pastoral Penitenciaria y de Migraciones, en el centro penitenciario y en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). La iglesia de San Agustín, que ahora dejan los paúles, ya cuenta con un nuevo párroco diocesano, Juan Manuel González Ruiz. En palabras de Don Jesús, esto significa "no sólo que no se abandona, sino que se refuerza". Por su parte, las Hijas de la Caridad dejan su servicio en la casa asistencial conocida como "Gota de leche", ya que ésta pasa a ser regentada por el gobierno autonómico y su presencia ya no es tan necesaria. Las religiosas se trasladan para apoyar a otras comunidades que trabajan en ámbitos más necesitados y que cuentan con menos religiosas. En la rueda de prensa, el nuevo vicario señaló sus líneas de trabajo que serán: "continuar con la labor de diálogo interreligioso de mis predecesores y potenciar la familia cristiana". Accede a más información en la revista "Diócesis" Autor: diocesismalaga.es