Comentario en texto al Evangelio del periodista Antonio Moreno

Quien reconoce a Jesús como Hijo de Dios experimenta un impulso inmediato de comunicar esa buena noticia dando testimonio valiente. Así lo hizo Juan, a quien Jesús compara con "la lámpara que ardía y brillaba". ¡En cuántas oscuridades de nuestro mundo la palabra de Dios puede ser hoy luz y guía para las gentes! Hacen falta lámparas humanas en el mundo de la política, de la educación, de la biomedicina, de la economía, de la familia... En cada realidad humana en la que estamos insertos, en el ambiente en el que cada uno nos movemos, nos corresponde llevar la luz del Evangelio para construir una sociedad más humana, más fraterna, más como Dios quiere.