Comentario en texto al Evangelio del periodista Antonio Moreno

Hoy todos podemos vernos reflejados en el funcionario real del evangelio. De alguna manera, cada uno de nosotros acudió un día a la Iglesia con la esperanza de que Jesús curara a nuestro "hijo", algo que nos dolía. Para unos era, efectivamente, un hijo con un problema; para otros pudo ser una crisis matrimonial; para otros una enfermedad física o mental, etc. Lo cierto es que Jesús curó aquello o al menos nos hizo cambiar nuestra actitud ante aquel problema que nos agobiaba de modo que pudimos sentir su amor a pesar del sufrimiento. El funcionario creyó y, con él, «toda su familia». Porque la fe se proyecta, alcanza a quienes están alrededor de quien la vive. Seamos testigos de la fe.