NoticiaMedalla Pro-Ecclesia Malacitana Pedro Carretero: «A mí lo que me da vida es visitar al Santísimo» Publicado: 05/12/2024: 233 Medalla Pro Ecclesia Malacitana El primer Domingo de Adviento, el matrimonio formado por Pedro Carretero Fernández y María Isabel Solera Bernal recibió la Medalla Pro Ecclesia Malacitana en la parroquia del Santo Cristo del Calvario, en Marbella, en la que llevan 17 años sirviendo. «Representantes de todos los grupos parroquiales, y sus hijos Blas, Juan y Victoria junto a otros familiares, asistieron a la Misa de 12.00 de la mañana. Pedro es sacristán mañana y tarde y ha hecho una labor impresionante como sacristán, cocinero, mantenedor, archivero… ha sido un grandísimo apoyo para el padre Claudio Barbut y para un servidor», afirma el párroco Rafael Rodríguez Sainz de Rozas. «Su esposa, Isabel María, durante estos 17 años se ha encargado de la limpieza y cuidado de la casa del sacerdote y de su alimentación. Para nosotros, los sacerdotes, son como nuestros padres. Que el Señor les siga bendiciendo y a nosotros con su presencia. Por todo ello damos gracias a Dios», añade. Para Pedro y María Isabel, la entrega de la Medalla fue «una sorpresa de las grandes. Mi párroco, Rafael, me dijo que me llevara una chaqueta a la Misa, pero no me dijo nada más. Era para nosotros un misterio pero lo conocía toda la parroquia. Una sorpresa gratísima que nos dejó sin poder hablar, de la emoción». Pedro siempre ha estado integrado en la parroquia del lugar donde viviera «desde que tenía 6 años, al principio como monaguillo, en San José del Valle, pueblo gaditano del que soy. Tenía que andar 2 kilómetros, pero allá que iba al Colegio de las Monjas. Hasta cuando estuve en el ejército coincidí con dos sacerdotes: un alférez y un teniente coronel». A Málaga llegó en 1962 y se presentó a «Monseñor D. Rodrigo Bocanegra para ponerme a disposición de lo que se necesitara en la parroquia. Después estuve ayudando a D. Francisco Echamendi durante 35 años… y así hasta ahora. En la parroquia actual estoy desde que llegó como párroco D. Claudio y ahora con D. Rafael, haciendo todo lo que podemos y ayudando a las personas que lo necesiten», explica Pedro. Él y su esposa son los sacristanes del templo pero también están disponibles para «cuando se queda algún turno de Adoración al Santísimo libre, allí que vamos nosotros, a adorar al Señor. La verdad es que nos encontramos ágiles y bien y le damos gracias a Dios de poder servir», afirman. Para ellos, la parroquia «no son los cuatro muros del templo, es mucho más. A mí lo que me da vida es visitar al Santísimo que está siempre expuesto en la parroquia. Venimos todos los días a celebrar la Misa y a rezar el rosario en comunidad. La parroquia es nuestra vida, nuestra segunda casa», añade Pedro. Pedro y María Isabel están casados desde el año 1967 y tienen tres hijos, seis nietos, dos bisnietos y uno que viene en camino. Le dan gracias a Dios todos los días «por el regalo de de la vida y los achaques los ofrezco por las necesidades del mundo». ×