¿Cómo recuerda ese día de la entrega de la Medalla Pro Ecclesia Malacitana?

Fue un día de muchas emociones. Por un lado muy contento por ver de nuevo a los compañeros del Archivo y a los del Obispado y, por otro lado, echando mucho de menos a nuestra querida Julia Manteca. Fue una satisfacción saludar al Sr. Obispo y regresar al lugar que ha sido mi casa durante dos años y medio, y en el que he disfrutado muchísimo porque, a quienes nos gusta la historia, estar en medio de “papeles viejos”, como les llama la gente, es un gozo. Yo me atrevería a decir que el Archivo Histórico Diocesano es el más moderno que hay ahora mismo en la provincia de Málaga.

¿Cuál ha sido su labor en el Archivo Histórico Diocesano?

Me dediqué a la catalogación del Archivo del Hospital Santo Tomás hace ya unos años. Después he seguido yendo cada vez que me han llamado para alguna cuestión pendiente.

¿Cómo fue que llegó usted a este Archivo?

El Archivo del Hospital Santo Tomás está relacionado con mi familia desde hace 500 años. Cuando el Obispado accedió a dicho archivo, estuve visitándolo en varias ocasiones con varios miembros del Obispado, incluso con quien fue vicario general, Alfonso Fernández-Casamayor. Cuando dicho Archivo pasó a las dependencias de Obispado me llamó Trinidad García-Herrera, pues sabía que tenía conocimiento de él para preguntarme si no me importaba ayudar en el proceso de catalogación. Le respondí que para mí era un verdadero placer y ahí estuvimos dos años y medio colaborando en esa labor.

¿Usted también se ha dedicado a la archivística como profesión?

Nada que ver con el tema, soy Ingeniero Técnico, pero sí que he tenido una afición muy grande, desde pequeño, a la historia. De hecho, he escrito varios libros. Lo mío no es la novela, sino que todo lo que escribo se basa en la investigación. Me considero un investigador y escritor. 

Entre todos los documentos que ha podido cotejar, ¿alguno que haya llamado su atención de forma especial?

Por ejemplo, un documento que llamó mi atención fue una carta de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, dedicada al fundador del Hospital Santo Tomás, Diego García de Hinestrosa. Son muchísimos los documentos muy interesantes con los que se conoce un poco más la historia de Málaga. Es un archivo muy completo del que yo destacaría también lo bien que se ha conservado. Es increíble las condiciones tan extraordinarias en las que se encontraban documentos de hace 500 años. Otro documento que llamó mucho mi atención fue el Libro de Hacienda, de 1620. Se trata de una obra muy bien elaborada e ilustrada con santo Tomás y los escudos del fundador, en la que se recoge su testamento completo, varias donaciones de fieles de la ciudad y mucha documentación sobre los 500 años del hospital. Estos libros se denominaban de Hacienda o Becerro porque las pastas solían ser de piel de becerro. 

Antonio, para usted, ¿qué ha sido lo mejor de esta oportunidad de colaborar en la catalogación de este Archivo?

Por un lado, la amistad que he hecho con personas tan maravillosas como Miguel Ángel Gamero, director de Patrimonio, con José María de las Peñas y con Trinidad Garcia-Herrera, a quien conocía desde hace muchos años cuando me acercaba al Archivo en el que ella trabajaba para investigar. Por otro lado, ha sido muy emocionante poder contemplar documentos que hacía cientos de años que nadie tocaba, es una satisfacción para cualquier investigador.