El Sr. Obispo llegó en la tarde del sábado 24 de febrero a la Plaza del Remo, donde lo esperaba el Consejo Parroquial. La primera parada fue en el hogar de dos mujeres enfermas de la parroquia «que recibieron con mucha ilusión la visita de nuestro Obispo. Fue un momento emocionante para ellas, disfrutamos de una grata conversación y fue todo un regalo también para las personas que les atienden y les ayudan», explica el párroco. 

 

 

Después dirigieron sus pasos hacia el templo parroquial donde lo esperaban los feligreses de la parroquia, los catequistas y un grupo de miembros de las hermandades del pueblo. 

El párroco dirigió unas palabras de bienvenida al Sr. Obispo: «queremos darle nuestra más cálida bienvenida a nuestra parroquia. Hoy es día de alegría e ilusión al recibir la visita de nuestro padre y pastor. Nuestra pequeña iglesia es un mar sin orillas, donde muchos se paran y vienen a visitar y venerar la imagen de Nuestra Señora del Carmen. Esta es una verdadera casa de la Virgen, en la que podemos encontrar este remanso de paz en medio del ajetreo y del bullicio de nuestro barrio de La Carihuela».

Esta parroquia tiene otro templo más con su comunidad, a los que tuvo también presente el párroco en sus palabras: «aunque nuestra comunidad tiene su corazón aquí, también la conforma y se vertebra con nuestra querida iglesia del Pinillo, que completa una comunidad que se va haciendo poco a poco, que intenta crear ambientes de acogida y caridad, que quiere evangelizar y crecer, a pesar de nuestras limitaciones. Por ello, su visita es para nosotros un momento de gracia, de aprendizaje y de sentir la cercanía siempre necesaria de nuestro Obispo. Gracias, D. Jesús, por acompañar a esta comunidad, que como “partecita” de la Iglesia, recibe hoy el abrazo de la unidad, en su Obispo, y ensancha sus horizontes cotidianos en la universalidad de la Iglesia. Que nuestra Patrona y Señora del Carmen le acompañe y le guíe, le proteja y le guarde».

Tras las palabras de bienvenida, todos rezaron juntos la oración de la Visita Pastoral y el Sr. Obispo se dispuso para administrar el sacramento de la penitencia a cuantos feligreses quisieron recibirlo. 

 

Después llegó el momento de la Asamblea Parroquial en la que «recibimos una maravillosa catequesis de nuestro pastor», afirma Juan Manuel Báez, «presentando secciones del Catecismo y valorando la importancia de la formación para poder contrarrestar la cultura dominante. También nos habló de la importancia del Domingo, el Día del Señor, y de celebrar la fe en familia, terminando con la idea de que tenemos que ser sal, luz y fermento en medio del mundo».

Algunos fieles le plantearon diversas dudas y «entre todos pusimos en común un tiempo de diálogo. Al terminar la Asamblea, llegó el momento cumbre de la Visita, la celebración de la Eucaristía, participada y animada por la comunidad y por los jóvenes de nuestra perseverancia. El Coro Diocesano también participó en dicha celebración, por lo que estamos muy agradecidos», añade el párroco.

Tras la celebración litúrgica, el Sr. Obispo saludó a los diversos grupos de fieles, visitó las instalaciones de la parroquia y compartió un ágape que habían preparado en la Casa Hermandad del Rocío. 

La alcaldesa de la localidad se unió también a los actos de la Visita.