NoticiaSeminario Día 5. Pisando la arena que ve llegar y partir a los migrantes Publicado: 14/07/2023: 5994 Testimonios Conocer en primera persona la labor de la Delegación Diocesana de Migraciones de la Diócesis de Tánger fue uno de los momentos más impactantes del quinto día para el equipo peregrino del Seminario por tierras de desierto. Los seminaristas Antonio del Río y José Francisco Fernández, el diácono Daniel Gutiérrez y el rector del Seminario, Juan Manuel Ortiz Palomo, comparten un día más de su experiencia misionera. 12 de julio. «Por la mañana visitamos un centro que coordina la Delegación Diocesana de Migraciones de la Diócesis de Tánger. Esta Delegación y Cáritas son quienes trabajan con los migrantes en El Aaiún, centrando su labor en la atención ante el sufrimiento del hermano: el migrante», explica Daniel Gutiérrez. Estuvieron conociendo la ayuda que se ofrece a los migrantes, «que llegaron por distintas causas: económicas, bélicas, por engaño, buscando un tratamiento médico… Son muchos los factores que les llevan a salir de su tierra. La ayuda comienza desde una atención primaria, acompañando a los migrantes al hospital, ayudándoles con kits de higiene, acompañando a las madres que llegan embarazadas en el momento del parto, cuando tienen que registrar a sus hijos, para ponerles la vacuna, curando a quienes llegan heridos (tanto a nivel físico como psicológico) y un sinfín de ayudas de diversa tipología», detalla nuestro diácono peregrino. × En el tiempo compartido con este servicio pastoral de la Iglesia en El Aaiún, pudieron conocer también a dos personas voluntarias del programa “Ödos”, de la Diócesis de Córdoba, que se encargan de acoger a mujeres africanas con niños y cuyo centro de acogida se encuentra en Montilla. «Estas voluntarias han venido con el objetivo de conocer a la gente que trabaja en los distintos puntos por los que pasan los migrantes, estrechar lazos con ellos e intercambiar información», explica Daniel. × Tras una mañana intensa conociendo en primera persona esta labor pastoral, «por la tarde visitamos la playa de El Aaiún, que se encuentra retirada unos kilómetros, para conocer el lugar desde el cuál salían las pateras con destino a Canarias (actualmente salen desde otro sitio). Además tuvimos la oportunidad de visitar la playa de El Marsa, lugar donde la comunidad de oblatos tiene una capilla. Concluimos la tarde celebrando la Eucaristía y compartiendo la mesa con un amigo saharaui, Mohamed, que nos abrió las puertas de su casa, nos acogió, y nos ofreció la cena y el típico té. Terminamos la noche rezando, de forma especial, por los migrantes, por quienes les prestan su ayuda y por quienes nos están acogiendo en estos días», concluye Daniel. ×