¿Qué significa para ti cerrar esta etapa con la mejor nota de Málaga?

Lo vivo con sorpresa y agradecimiento hacia todos los compañeros, profesores, catequistas y entrenadores del Colegio. El ambiente que se vive en las distintas realidades me ha ayudado a crecer y siento gratitud hacia todos ellos.

¿Cómo recibiste la noticia?

A través de una llamada de teléfono del Vicerrector de la Universidad, mientras salía esa tarde del Colegio junto a otros compañeros.

¿Qué destacarías del Colegio Maristas?

Llevo en el Colegio Maristas desde que tenía 3 años, destacaría muchas cosas positivas desde el haber conocido a compañeros y amigos hasta a cada uno de los profesores, catequistas y entrenadores; me siento agradecido por haber podido estudiar en este Colegio, por lo que me ha aportado no sólo en lo académico, sino en valores humanos, deportivos y cristianos.

Desde que tenía la edad oportuna, comencé a formar parte de los Grupos de Vida Cristiana del colegio, y me han ayudado a conocer más a Jesús y su mensaje, participando semanalmente en las reuniones de grupo, las actividades de Adviento y Cuaresma y los campamentos de verano.

Este verano también compartiré campamentos con los pequeños, así como con los grupos de mi edad, y además compartiremos con todos los jóvenes la experiencia de la JMJ de Lisboa.

Ahora toca seguir ayudando a que los más pequeños a que también se encuentren con Jesús y, desde este curso que ha terminado, soy catequista de los alumnos de sexto curso.

Y de tu familia, ¿qué destacarías?

De mi familia diría que siempre están ahí, ayudando y animando en cada momento. Siempre hemos recibido una educación cristiana, y me han inculcado el ser buen amigo y compañero y el ayudar a otros cuando lo necesitaban. Nos han educado desde el cariño pero haciéndonos ver la importancia del esfuerzo diario.

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Un Colegio agradecido

Federico Fernández Basurte es el director del Colegio Maristas de Málaga y afirma que para este centro educativo esta noticia «es un motivo para sentirse agradecidos. Es un indicador de que hay un trabajo bien hecho, el de Abilio por supuesto, pero también el del profesorado que lo ha acompañado desde que entró con tres años en Infantil. Es un signo que pone en valor nuestro proyecto, nuestra misión y nuestra visión educativa. Es un refrendo a nuestra labor, como resultado de una evaluación externa que corrobora nuestro trabajo y nuestra propia evaluación. Como el propio Abilio dice en estos días, otros compañeros suyos podían haber sacado ese 14 igualmente y es cierto que hemos tenido un número significativamente alto de chicos y chicas con más de 12 y de 13 en sus notas de la EBAU. Es algo de lo que San Marcelino Champagnat, que nos dejó en nuestro ADN marista el "amor al trabajo" desde la sencillez, estaría contento y orgulloso. Sobre todo porque no es simplemente una calificación académica sino una consecuencia de una educación integral, en valores, que se puede ver sólo con escuchar o leer a Abilio o a otros compañeros y compañeras suyos que también son "de 14”».

El director de Maristas destaca de Abilio «su humildad y sencillez, su sentido de la responsabilidad, su capacidad de compromiso y su compañerismo. Un joven que vive tratando de ser buen cristiano y buen ciudadano, al estilo de Champagnat».