NoticiaEcumenismo y diálogo interreligioso La Iglesia de Málaga expresa sus condolencias a la comunidad judía por la muerte del rabino Yossef Hacohen Publicado: 27/10/2022: 9336 Diálogo interreligioso El delegado de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso, Rafael Vázquez, ha enviado una carta a la comunidad judía de Málaga y Melilla en la que, en nombre del Obispo y de la Iglesia Católica en Málaga, les transmite sus condolencias y cercanía por el fallecimiento del que fuera su rabino, Yossef Hacohen. La misiva de Vázquez comienza expresando su gran pesar al recibir «ayer tarde la noticia del fallecimiento de nuestro hermano, el Rabino Yossef Hacohen, con quien tantos momentos de encuentro fraterno y amistad hemos podido compartir unidos en la fe y el amor a la humanidad». Y continúa afirmando: «el Rabino Yossef Hacohen ha sido un “hombre de Dios” siempre cercano a los hermanos cristianos y musulmanes desde sus profundas y sinceras convicciones religiosas judías, con la simpatía natural del hombre del diálogo, siempre dispuesto a colaborar para fomentar una cultura del respeto, de la paz y la justicia. Un hombre sabio, que, desde la hondura de la Sabiduría divina, animaba constantemente a entrar en el silencio, lugar de la escucha de la voz de Dios y del hermano en su sufrimiento, y fundamento de todo auténtico diálogo. Sirva este pasaje del libro de Sefer HaMidot, que tantos recordarán en su voz, como homenaje a su memoria: La muerte y la vida están en poder de la lengua. Porque el hombre a través de su lengua puede hacer más que con su espada. Por eso el hombre fue creado con dos ojos, dos oídos y una nariz con dos fosas nasales, pero con una sola boca: para enseñar a hablar menos y escuchar más». Finalmente, el delegado de diálogo interreligioso concluye elevando «con vosotros nuestra oración a Dios, nuestro Padre, y encomendamos el alma de nuestro hermano, el Rabino Yossef Hacohen, a las manos de su Creador, de las que un día salió. Que al paraíso te lleven los ángeles, hermano Yossef Hacohen, y que la misericordia del Altísimo te abrace por toda la eternidad».