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Centenario de la Coronación Canónica de la imagen de Ntra. Sra. de los Remedios (Antequera)

Mons. Jesús Catalá durante la Misa del centenario ante la imagen de Ntra. Sra. de los Remedios, patrona de Antequera. FOTO: EL SOL DE ANTEQUERA
Publicado: 10/09/2022: 969

Homilía del Sr. Obispo de Málaga pronunciada en la Eucaristía con motivo del Centenario de la Coronación Canónica de la imagen de Ntra. Sra. de los Remedios de Antequera

CENTENARIO DE LA CORONACIÓN CANÓNICA

DE LA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DE LOS REMEDIOS

 (Antequera, 10 septiembre 2022)

Lecturas: 1 Co 10, 14-22; Sal 115, 12-13.117-18; Ap 11, 19a; 12, 1-6a-10; Lc 6, 43-49.

1.- Queridos sacerdotes y ministros del altar, miembros de la Esclavitud de Nuestra Señora de Los Remedios, excelentísimas autoridades, representantes de hermandades e instituciones y fieles todos. Hoy es un gran día para Antequera.

Nos convoca Nuestra Señora de los Remedios, Patrona de Antequera desde 1546, Alcaldesa Perpetua desde 1984 y Medalla de Oro de la Ciudad, con motivo del Centenario de la Coronación canónica de su imagen.

¿Cómo no venir a esta hermosa cita sus hijos queridos? No podemos dejar de dar gracias a Dios por el regalo de tan tierna y amorosa Madre, que Jesucristo nos regaló desde la cruz en el Calvario; este momento del regalo fue muy significativo, porque expresaba al amor infinito de Cristo a nosotros.

Vuestros antepasados quisieron mostrarle su amor y su devoción filial con el gesto de la Coronación de su imagen. Hoy nosotros queremos expresarle nuestro amor recordando aquella gesta y comprometiéndonos a vivir con mayor profundidad la devoción a Nuestra Señora de los Remedios Coronada.

2.- En 1711 se fundó la Venerable Esclavitud de Nuestra Señora de Los Remedios con el deseo de darle culto y extender su devoción. ¡Enhorabuena, porque habéis cumplido este objetivo! En 1922 tanto las autoridades eclesiásticas como municipales solicitaron Papa Pío XI que la Virgen de Los Remedios fuera canónicamente coronada.

En la preparación y celebración participaron muchas hermandades e instituciones de Antequera. El día 8 de septiembre, festividad de la Patrona, presidió la Eucaristía el entonces Obispo de Málaga, D. Manuel González García, hoy santo, que tiene raíces familiares antequeranas. Y la coronación fue realizada por el arzobispo de Granada, D. Vicente Casanova Márzol. Hoy damos gracias a Dios por este gran evento. No hacemos un simple recuerdo histórico, sino una actualización o celebración en la que damos gracias a Dios.

La Coronación canónica de la Virgen de Los Remedios de Antequera fue la primera de una advocación de la Virgen en la provincia de Málaga y una de las primeras de Andalucía, constituyendo un hito clave en la historia de la devoción mariana a la Virgen de Los Remedios. ¡Enhorabuena!

3.- La Coronación coincidió con el IV Centenario de la aparición de la Santísima Virgen en la ciudad (1522), que dio gran fruto y promovió una fuerte devoción del pueblo antequerano.

Según cuenta la tradición, al recibir la imagen Fray Martín de las Cruces se le dijo: “Aquí tienes el remedio de tus fatigas y el remedio para Antequera”. El pueblo ha vivido esta hermosa devoción dedicándole las mejores manifestaciones de fe, de cultura, de arte y de espíritu de fraternidad. Os felicito por haber manifestado así vuestro amor a la Virgen.

La imagen de la Virgen de los Remedios está presente en Antequera desde hace cinco siglos. En este largo tiempo muchos han sido los favores, las gracias y los dones que este pueblo ha recibido por intercesión de la Virgen.

Cada uno podría añadir otros dones y gracias personales, recibidos por su mediación, que no constan en los anales antequeranos, pero están presentes en vuestro corazón. Es bueno que nos alegremos de ello.

4.- La Venerable Esclavitud de Nuestra Señora de los Remedios ha propuesto con ocasión del Centenario promover un conjunto de iniciativas, que ayuden a tomar conciencia de su significado y a renovar su devoción mariana. Por eso decimos que este Centenario no es un simple recuerdo, sino una verdadera misión.

Nuestra Señora de los Remedios ha estado siempre junto a sus hijos en todas las circunstancias vividas a lo largo de su historia, tanto en tiempos de bonanza como de dificultad: peste, cólera, epidemias, terremotos, inundaciones, crisis de alimentos. El pueblo antequerano ha recurrido a Ella con procesiones, rogativas y oración confiada; y Ella nunca os ha abandonado; siempre ha estado como una Madre buena y cariñosa junto a vosotros, siendo remedio en vuestras necesidades.

5.- Los cristianos somos tentados de muchas maneras por el maligno, para que abandonemos la vida de gracia y el seguimiento del Señor Jesús, lo cual significaría la destrucción de nuestra propia vida.

El libro del Apocalipsis, que hemos escuchado, narra la batalla entre la descendencia del maligno, significado por el dragón, y la descendencia de la mujer.

Nosotros somos hijos adoptivos de Dios y, con Jesucristo, descendencia de esa mujer; estamos metidos en esa batalla contra el mal. Tenemos una Madre, que no desea la aniquilación de sus hijos por manos del maligno; Nuestra Señora de los Remedios, intercede por nosotros al Rey celestial, que escucha con bondad la petición de nuestra Madre y Reina.

Ella ama a sus hijos con amor de Madre, porque fuimos encomendados a Ella por el Hijo de sus entrañas, cuando ofrecía en la cruz el sacrificio de su vida (cf. Jn 19, 26).

La Virgen María es Madre de la gracia, porque llevó «en (su) seno virginal al Dios y hombre verdadero» (Antífona de entrada) y nos dio al mismo «Autor de la gracia» (Oración colecta). Ella es remedio de nuestros males, porque estuvo asociada a Cristo en la obra de procuramos la gracia suprema; esto es, la redención, la salvación, la vida divina y la gloria sin fin (cf. Lumen gentium, 61).

6.- Para todos nosotros la fiesta de hoy es de gran alegría, de alabanza y de gloria a Dios. Así lo hemos cantado con el salmo (cf. Sal 66, 4-5).

Según el Evangelio de Lucas proclamado, Jesús explica a sus discípulos que hay que dar frutos buenos. Quien escucha sus palabras y las pone en práctica se parece al hombre que construyó una casa sobre roca: se mantiene firme, a pesar de los vientos, lluvias, tormentas, embestidas. Nosotros permaneceremos firmes sobre la roca de Cristo contra los vientos y ataques de hoy a la Iglesia. No podemos construir nuestra casa sobre arena, porque se derrumbará.

7.- Hemos de purificar nuestra fe, sin fundamentarla fe en actos externos; debe penetrar y transformar nuestra mente y nuestro corazón. Esto no es una crítica a los actos externos que hacemos. Como seres humanos necesitamos expresar nuestro amor con gestos de afecto.

También expresamos nuestro amor a la Virgen con gestos externos: cantos, rezos, besamos su imagen, la sacamos en procesión. Esta tarde celebraréis la “procesión magna”, que suena en toda Málaga. ¡Enhorabuena y felicidades! Esto es muy importante; pero no debemos quedarnos solo con “la magna”. Nuestro amor a la Virgen debe expresarse en la vida diaria. Terminado el Centenario de la Coronación, debemos seguir viviendo la devoción filial a Nuestra Señora de los Remedios cada día, cada semana y cada año hasta llegar al segundo Centenario, que un servidor desea contemplar desde “arriba”. Para ello debéis comprometeros a mantener la devoción a las generaciones que vienen detrás; porque, si se corta la devoción, no podrá haber un segundo Centenario.

8.- Afianzados sobre la roca de Cristo no tenemos miedo a sucumbir frente a las tempestades y los ataques. Gracias a la intercesión de nuestra Madre, podemos mantenernos firmes en la fe, la esperanza y el amor.

La coronación de la imagen de Nuestra Señora de los Remedios fue entonces una manifestación de nuestro amor hacia Ella; un amor, que ahora llena nuestros corazones; un gesto de fraternidad que nos une y nos congrega en torno a Ella, aclamándola como Reina y como Madre. El maligno intenta dividir; esta división se encuentra en todos los ámbitos: dentro de uno mismo, en las familias, en las instituciones, en las hermandades y cofradías, en la política; pero la devoción a la Virgen ha unido al pueblo antequerano. ¡Mirad siempre a Cristo y cogeros de la mano de la Virgen! ¡Aclamémosla como nuestra Reina y nuestra Madre!

9.- Pedimos a Nuestra Señora de los Remedios que el recuerdo y la celebración de la coronación de su imagen grabe en nuestra memoria y en nuestro corazón una huella imborrable, que nos recuerde siempre que somos sus hijos amados y que debemos corresponder a ese amor como tales.

Caminemos cada día junto a nuestra Madre, venerándola como Reina y Señora de nuestras vidas, siguiendo a su Hijo Jesucristo en comunión y fraternidad con todos los cristianos, con las parroquias y con toda la Iglesia.

Queridos fieles y devotos de la Virgen, queridos antequeranos, mantengamos la fe, la esperanza y la caridad que el Señor nos regaló en nuestro bautismo. Y caminemos siempre de la mano de María para compartir con Ella la victoria de su Hijo y conseguir también la corona de gloria que Ella ya recibió, que no se marchita (cf. 1 Pe 5, 4).

¡Viva Nuestra Señora de los Remedios Coronada! Amén.

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