NoticiaHermandades y Cofradías El Obispo preside la Misa de los Santos Patronos Ciriaco y Paula Publicado: 01/06/2021: 17568 La Congregación de los Santos Patronos celebró el 18 de junio la conmemoración del martirio de sus titulares, Ciriaco y Paula, con una Eucaristía solemne presidida por el Obispo de Málaga, D. Jesús Catalá. La Eucaristía ha estado concelebrada por el párroco, Felipe Reina; el deán de la Catedral, Antonio Aguilera, y los sacerdotes Alfonso Arjona e Isidro Calderón. En el acompañamiento musical ha intervenido el Coro Diocesano y ha ayudado en la celebración el diácono Rafael Carmona. Al finalizar la Misa, el hermano mayor de los Patronos, Antonio Ortega, ha entregado un exvoto realizado por el artista archidonés Blas a Salvador Marín, en representación del grupo de devotos del Santo Cristo de la Salud, también patrón de la ciudad, en agradecimiento por la acogida de las imágenes en este templo debido a las obras que están desarrollándose en la parroquia de los Santos Mártires. En su homilía, el Obispo destacó el valor de los santos mártires «forjados en el sufrimiento y en la cruz», y su importante ejemplo para los cristianos de hoy. «Ciriaco y Paula son para todos nosotros una llamada de esperanza en tiempos de dificultad; y esa esperanza es como el ancla que sujeta firmemente la nave en medio de las olas», dijo, antes de animar a los presentes a dar testimonio de fe sin miedo: «Sed firmes en la fe y no temáis. Merece la pena ser cristiano porque solo en Cristo está la plenitud del hombre y el sentido de la existencia. No tengáis miedo a vivir y manifestar vuestra fe, y no os dejéis amedrentar. Vivid en cristiano y lo demás lo recibiréis gratuitamente», añadió. LOCAL EN MURO DE LAS CATALINAS La Eucaristía contó con la participación del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, así como algunos miembros de la corporación, el presidente de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga, Pablo Atencia, y muchos devotos. La mañana del 18 se descubrió una placa en un local de la calle Muro de las Catalinas, nº 10, donde se ubicará una exposición del patrimonio de la congregación. La madrina del acto ha sido la mujer del alcalde, Rosa Francia. Los cultos a los patronos comenzaron con la celebración del trído, los días 15, 16 y 17 de junio, a las 19.30 horas, en la iglesia del Santo Cristo de la Salud, en calle Compañía, con el rezo del Santo Rosario, la reserva del Santísimo y la celebración de la Eucaristía presidida por el párroco, Felipe Reina Hurtado. PATRONOS DE MÁLAGA Como cuenta la historiadora Marion Reder, «Ciriaco y Paula fueron cristianos clandestinos en la Málaga del siglo IV, jóvenes de su tiempo, con inquietudes propias de su juventud que observaba, tanto en el ámbito familiar como en el círculo de amistades, como se propagaba la fe de Cristo. Un Dios muy superior a los dioses romanos, que predicaba la misericordia, la humildad y el perdón y que murió crucificado por redimir a la humanidad. Compañeros en la fe (y según algunos autores hermanos), frecuentaban en secreto la comunidad cristiana clandestina, profundizando su conocimiento en la doctrina cristológica. Perseveraban en su fe, a pesar de que las persecuciones de los emperadores Diocleciano y Maximiano se habían vuelto más sangrientas, y que el procónsul Anodino había decretado la pena capital para todos aquellos discípulos de Cristo, mujeres y hombres, que se negaban a adorar a los dioses paganos. Ante el juez Silvano se presentó una denuncia acusando a Paula y a Ciriaco de rebeldía, por lo que éste no dudó en interrogarles por sus querencias al cristianismo; y conminarles a que adorasen a los dioses paganos y abandonasen su fe en Cristo. Los asistentes al juicio se conmovieron al comprobar la entereza y serenidad de los jóvenes Paula y Ciriaco, que con el idealismo propio de su edad, se negaron a abjurar de su convicción cristiana. Sin mostrar desaliento, encararon valientemente la muerte con la firmeza de que sus almas alcanzarían el Reino prometido. Fueron condenados a ser lapidados, junto al lecho del río Guadalmedina, atados a unas palmeras. El día del martirio fue un 18 de junio del año 303».