«¿Cómo podemos celebrar el Día de la Catequesis, este año, con la alegría que requiere? En primer lugar, tengamos en cuenta que estamos en mitad de una pandemia. Por supuesto, la pandemia nos exige un esfuerzo de adaptación más grande para anunciar la alegría del Evangelio a todos, pero eso es lo que no podemos olvidar: que tenemos que anunciar la alegría del Evangelio», afirma el delegado, quien incide además en que «se lo tenemos que anunciar a la gente que, en su mayor parte, no está en etapa de catequesis, como nos recuerda el papa Francisco en la Evangelii Gaudium y como nos recuerda el nuevo Directorio de la Catequesis. Por tanto, la catequesis tiene que ser un primer anuncio, tiene que ser, sobre todo kerigmática, es decir, que anuncie el centro del Evangelio».

Y destaca otro aspecto más, que brota de la nueva encíclica del papa Francisco, Fratelli Tutti, «se nos tiene que ensanchar el corazón con el latido de la fraternidad universal, no podemos olvidarnos que es una de las esencias de nuestro ser Iglesia y que nos puede llevar a que en nuestro corazón entre y quepa toda aquella gente que todavía no conocen suficientemente al Señor, toda la humanidad. Yo creo que, con estos dos contextos como fondo, podemos celebrar un alegre Día de la Catequesis».

Envío de catequistas

Con motivo del Día de la Catequesis, la Delegación de Catequesis ha elaborado un rito de envío de catequistas, adaptado a la situación de pandemia, que ofrece a las parroquias para la Eucaristía de este domingo: «Es muy significativo que los equipos de catequistas se vean y sientan enviados por la Iglesia, acompañados en esta tarea de acompañar a los niños, jóvenes y adultos que quieren iniciarse o madurar como cristianos, especialmente en estos tiempos difíciles que nos ha tocado vivir», afirma el delegado.