NoticiaEntrevistas Gloria Tapia: «Hay mucha gente con necesidad de esperanza» Gloria Tapia, tras recibir el reconocimiento de manos de su entonces párroco, Juan Manuel Báez Publicado: 23/10/2019: 18740 Gloria Tapia Barrientos es feligresa de la parroquia de Santiago Apóstol de Monda. El día de la Virgen de Agosto recibió, de manos de su párroco, la Medalla Pro Ecclesia Malacitana, concedida por el Obispo de Málaga, por su gran generosidad y por su entrega dedicada a la parroquia. ¿Qué sintió cuando recibió la Medalla? Fue una sorpresa muy grande. No sabía nada de nada. Pero mi familia, mis amigas, catequistas, el consejo parroquial… todos lo sabían. Fue el 15 de agosto, el día de la Virgen. La iglesia estaba llena para celebrar la fiesta de la Virgen. El coro rociero también estaba participando. Y yo muy contenta de verlos a todos allí, compartiendo la fiesta de la Virgen. Al terminar la Misa, el párroco Juan Manuel Báez nos dijo que nos sentáramos un momento y se puso a leer una carta en la que se decía mi nombre, dónde nací, dónde viví… dónde recibí los sacramentos. Y yo pensaba: “madre mía, qué está diciendo el párroco, si esa soy yo”. Y ahí fue cuando me quedé petrificada. Pero muy contenta y agradecida a toda la parroquia, al consejo parroquial, a este párroco y a todos los que han pasado por aquí. ¿A cuántos párrocos ha conocido usted? Once, desde que recuerdo y acabamos de dar la bienvenida al que ha nombrado el Sr. Obispo este verano, Ramesh Babu Gudapati, como párroco de Guaro y Monda. Todos han sido maravillosos y de todos hemos estado muy pendientes. ¿Qué es para usted la parroquia? Imagínate, nací a 50 metros de la iglesia y siempre he estado muy unida a ella. Empezamos con la catequesis cuando veníamos del colegio, después formamos un coro… y siempre hemos estado ayudando en la parroquia y colaborando en todo. Mi madre murió muy joven, yo tenía 5 añitos y nos vinimos a vivir con mis abuelos. Recuerdo con cariño cuando mi abuela me decía: “niña la Misa, que están tocando”. Ahora puedo ir menos, por mi enfermedad pero, gracias a Dios, siempre hay personas que llevan adelante las tareas. Como mi amiga y vecina Alfonsa, que con 84 años está en todos los detalles. ¿Cuál es su misión en la parroquia? Pues un poco de todo: la economía, la catequesis, el coro, la liturgia… pero de corazón le digo que esta Medalla es para todos porque la parroquia somos todos y todos tenemos que colaborar para que esto funcione. Sabemos que Monda no va a tener nunca un párroco solo para nosotros, sino que lo tenemos que compartir con más pueblos, así que yo pongo a la gente a rezar para que haya vocaciones sacerdotales y todos a colaborar en todas las cosas de la parroquia. Tenemos un salón parroquial maravilloso gracias al esfuerzo de muchos, que hasta fuimos a comprar nosotros los materiales de construcción para que nos salieran más baratos. ¿Cómo lleva la enfermedad? Tengo 74 años y dos operaciones de cáncer y adelante vamos. Hace unos días murió mi hermana mayor tras un cáncer, hace dos meses una sobrina con lo mismo, otra hace 20 años, también una prima… incluso mi madre. Llevamos unos golpecillos en la familia, pero el Señor nos está dando fuerza, para llevar el dolor. Yo tengo tres pilares: paciencia que es un don, fortaleza y esperanza. Hay que mirar adelante, siempre adelante. Cuando me encuentre un poco mejor volveré a visitar a los enfermos, como vengo haciendo, porque hay mucha gente con necesidad de esperanza a nuestro alrededor. ¿Y cuál es su acción de gracias a Dios? Todos los días, cuando me levanto, le doy gracias a Dios por el don de la vida, por este nuevo día y por el don de la fe y miro hacia adelante. Esto es lo primero que sale de mi boca. Él para mí lo es todo. La Medalla, que es de la Virgen de la Victoria, la Patrona de la Diócesis, la tengo en la salita y le digo que estoy muy contenta de que se haya venido a casa, y así le rezo yo a la Virgen.