NoticiaJuventud Mª Ángeles Arredondo: «En el encuentro he visto una Iglesia joven, activa y viva» Publicado: 03/01/2019: 33112 Alrededor de 15.000 jóvenes de todo el mundo se dieron cita este final de año en Madrid para asistir al 41º Encuentro Anual de la Comunidad de Taizé. Una de las participantes en este acontecimiento mundial ha sido Mª Ángeles Arredondo, de 18 años, natural de Zújar (Granada), pero estudiante de Bioquímica en la Universidad de Málaga y feligresa de la parroquia malagueña de San Fernando. ¿Cómo conoció la celebración del encuentro? ¿Qué le movió a asistir? Me enteré de la celebración del encuentro Taizé-Madrid a través del sacerdote Antonio Javier Castilla. Él me contactó para informarme de la existencia de este evento y me animó a participar en él. A partir de ese momento, me puse manos a la obra y me documenté sobre los diferentes aspectos del evento: cómo participar en él, contribuir en su realización, búsqueda del transporte hacia Madrid e incluso de cómo llevar a cabo una preparación personal previa para vivir el encuentro de la mejor manera posible. Al momento de recibir la información tuve claro que quería asistir. Nunca antes había ido a un evento de esa magnitud en el que jóvenes de todos los rincones de Europa de diferentes confesiones cristianas e incluso de otras religiones y no creyentes conviven durante 5 días en los que se lleva a cabo una peregrinación de confianza por las distintas ciudades europeas, por lo que me pareció interesante vivir esta experiencia ya que sólo podía ser enriquecedora. Además al coincidir que el encuentro de 2018 era en una ciudad española relativamente cercana quise aprovechar la oportunidad e inscribirme. ¿Cómo ha sido la experiencia? ¿Qué destacaría de lo vivido? Para mí, estos días en Madrid han estado llenos de momentos y vivencias positivas. Entre ellas, puedo destacar los momentos de oración tanto en la parroquia de acogida, en la que estábamos un grupo reducido de personas, como en las grandes iglesias del centro de la ciudad y en IFEMA, donde nos reuníamos aproximadamente 15.000 jóvenes europeos para rezar en silencio y también mediante los cantos de Taizé. Esta convivencia me ha mostrado la perspectiva de una iglesia joven, activa y viva en la que la unión y el entendimiento entre personas de diferentes nacionalidades, culturas y religiones es posible y necesaria y me ha hecho darme cuenta de la diversidad y extensión de la misma. Además, con las reflexiones planteadas por el hermano Alois, prior de la comunidad de Taizé, he podido madurar en la fe, desarrollando una mayor capacidad de escuchar a Dios y una relación íntima con Él, dejándole que se manifieste en la cotidianidad de nuestras vidas. Por último, quiero destacar la hospitalidad de todas las familias de Madrid que de manera desinteresada nos han acogido de la mejor manera posible. En lo personal, quedo muy agradecida con las monjas franciscanas que nos acogieron en su convento, aunque lo habitual es instalarse en una familia de la zona, me he sentido como en casa y me llevo un gran recuerdo de todas ellas y de las personas que he conocido gracias al encuentro. ¿Por qué recomendaría a otros jóvenes acudir el año próximo a esta macrofiesta de Nochevieja alternativa? Recomiendo y animo a todos los jóvenes que tengan la posibilidad de ir al encuentro a que asistan a él. Aunque las fechas en las que tiene lugar sean tan señaladas, es una oportunidad de vivir el final de año y de afrontar el siguiente de una manera única y especial. Estoy segura de que se lo pasarán en grande y que volverán a sus casas con un regalo de Navidad inigualable, el de haber conocido a personas maravillosas y haber vivido una experiencia inolvidable.