DiócesisComentario al Evangelio

Comentario al evangelio de la Solemnidad de la Santísima Trinidad

Dios, la Casa; Jesús, la Puerta; y el Espíritu, la Llave // FANO
Publicado: 23/05/2018: 10135

El sacerdote Emilio López, profesor de los Centros Teológicos de la Diócesis de Málaga, ayuda a profundizar en el evangelio de la Solemnidad de la Santísima Trinidad.

La mejor noticia

El final del Evangelio de Mateo contiene una de las mejores noticias que podemos escuchar: yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Los expertos dicen que con esta expresión se hace una inclusión, una referencia velada, al comienzo del Evangelio, donde a Jesús se le da el nombre de Enmanuel, Dios-con-nosotros. Así, toda la obra de Mateo está sostenida por una verdad alentadora:
el Señor quiere compartir su existencia para siempre con su pueblo. Esta existencia tiene diversas características.

Se trata de una existencia resucitada, que da vida y procura que esa vida se comparta; por eso el mandato misionero a extender el mensaje del Maestro se convierte en obligación para aquellos que forman parte de ese nuevo Pueblo de Dios. Y para entrar en ese pueblo, que abarca a gentes de todos
los lugares (y épocas), un rito que nos une a esa existencia divina compartida, que no es solitaria, porque nuestro Dios se nos revela como familia: Padre, Hijo y Espíritu Santo. El Bautismo, la inmersión en el mundo divino, nos hace participar de esta existencia, pero necesita un complemento: la enseñanza del
mensaje y el cumplimiento de sus exigencias. Tenemos un Dios que es familia y nos pide evangelizar, enseñar, bautizar y… ser y actuar como familia. Solo así seremos reflejo de la Resurrección en un mundo que necesita vida, que necesita la presencia esperanzadora del Dios-con-nosotros para siempre.

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