NoticiaColaboración Cristianos dialogantes con sensibilidad ecuménica Publicado: 11/12/2017: 15200 CARTA ABIERTA. Rafael Vázquez. Delegado de Ecumenismo de la Diócesis de Málaga. Tenemos la suerte de vivir en una diócesis que lleva impulsando la tarea ecuménica desde finales de los años 60, haciendo suya la invitación del Concilio Vaticano II a trabajar por la unidad, pues la división es siempre un escándalo para el mundo y un obstáculo para el anuncio del Evangelio. El trabajo de diálogo y acogida de nuestra Diócesis, junto a la Fundación Lux Mundi, va dando sus frutos. Gracias a ello, hoy por hoy, hemos superado muchas reticencias y prejuicios en relación a cristianos de otras iglesias, y existen muchos acuerdos y actividades que realizamos de manera conjunta. No puede ser de otra manera, la realidad de pluralismo confesional y religioso en nuestra diócesis, así como el magisterio de los papas más recientes, nos obligan a ser cristianos dialogantes y con sensibilidad ecuménica. Así ha quedado expuesto también entre los retos de las prioridades pastorales para el curso 2017-18. Una de las actividades conjuntas que se viene llevando a cabo en nuestra diócesis desde hace unos años es el encuentro de pastores y sacerdotes de las distintas confesiones religiosas (protestantes, anglicanos, ortodoxos) con el Obispo. Se trata de una reunión fraterna en la que dialogamos sobre dificultades y retos que nos afectan a todos, y se programan los encuentros y oraciones que se tendrán a lo largo del año. Además de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que se celebra del 18 al 25 de enero, han surgido en los últimos tiempos diversas iniciativas que van consolidándose y suponen una riqueza para todos. Por ejemplo, la profesión conjunta del Credo en el tiempo de Pascua, que nos une a todos en un clima festivo para dar testimonio de Cristo Resucitado; la celebración ecuménica de Pentecostés y los encuentros navideños, o la Jornada por Cuidado de la Creación. Este año se propondrá, además, la realización de un retiro conjunto para sacerdotes católicos y sacerdotes y pastores de otras confesiones cristianas. La experiencia de orar juntos acorta distancias y hace entrar en sintonía los corazones que se reconocen cautivados por un mismo Señor. Pero lo más importante de estos encuentros es que nos ayudan a pensar, sentir, rezar, actuar y programar ecuménicamente. Y esto hemos de llevarlo también a lo concreto de nuestras parroquias. El ecumenismo es esencial para la vida de la Iglesia y vivir al margen de este movimiento de unidad es negarse a vivir en la clave de la Iglesia del Concilio Vaticano II.