NoticiaClero El presente y el futuro del clero de la diócesis de Málaga. Álvaro López y Daniel Gutiérrez son las nuevas incorporaciones del Seminario de Málaga // E. MATEO Publicado: 16/10/2017: 37635 Hace unos días, Daniel Gutiérrez y Álvaro López comenzaron su vida como seminaristas. Y este 21 de octubre, José M. Bacallado, Juan Baena y Gerardo Rosales, la han concluido para ser ordenados diáconos. Son el presente y el futuro del clero de la diócesis de Málaga. «La familia del Seminario de Málaga se ve este año incrementada con dos nuevas vocaciones», explica con alegría el rector, el sacerdote Antonio Eloy Madueño. Daniel Gutiérrez Santiago es natural de Vélez-Málaga, de la parroquia de San Juan. Participó en el Seminario Menor y ha entrado al Seminario con 19 años, tras concluir los estudios de Bachillerato. «Viene con entusiasmo, explica el rector, desde hace ya tiempo, manifestó su deseo de ser cura y ha tenido un gran ejemplo en los sacerdotes de su parroquia, como Paco Sánchez. Allí se ha formado y ha crecido en el amor a Cristo y a la Iglesia. En el Menor ha crecido también en el amor a María. Es un muchacho de oración, de una profunda vida interior y de una humildad y sencillez impresionantes. Transmite cariño al resto del Seminario». Álvaro López Cardosa es el otro nuevo seminarista. «Es un joven muy grande, no solo físicamente», añade el rector del Seminario, «es entrañable, cariñoso y risueño. Pertenece a la parroquia de la Santísima Trinidad y al movimiento MIES (Misioneros de la Esperanza). Despertó a la fe en su adolescencia y recibió los sacramentos de Iniciación Cristiana. Vivió un fuerte encuentro con Cristo. Ha realizado estudios de Pedagogía y, en ese mundo de los jóvenes, la parroquia y MIES es donde escuchó la llamada de Jesucristo a ser sacerdote. Hizo el Curso de Discernimiento Vocacional y en el Seminario se le ve contento, entregado y servicial». La llegada de Daniel y Álvaro ha sido una alegría para el Seminario. En palabras del rector, «dan testimonio de que Cristo sigue llamando a los jóvenes y les sigue diciendo venid conmigo que os haré pescadores de hombres; de que Cristo no es algo del pasado, sino que está en el presente y se hace muy vivo en la llamada de estos muchachos que vienen con generosidad a seguir a Cristo en la vocación sacerdotal». En la actualidad, son 17 los seminaristas de la diócesis de Málaga, uno de ellos se encuentra realizando el año pastoral y otros 3 recibirán la ordenación de diácono. «Emprendemos el curso con alegría e ilusión. Hay un buen ambiente de profunda fraternidad, de intensa vida espiritual, de trabajo. Aún estamos en los primeros días del curso, pero ya se ve un gran deseo de estudio, de entrega y de servicio. Los formadores estamos contentos y yo, como rector, me siento agradecido al Señor por la bendición que han sido esas dos nuevas vocaciones y por los demás seminaristas, expresión de que Cristo está vivo, sigue llamando y hay esperanza».. Futuros sacerdotes José Manuel Bacallado Cabrera es natural de Santa Cruz de Tenerife y periodista de profesión, que ha ejercido en diversos medios nacionales y en el Senado. En menos de dos semanas será diácono de la Iglesia de Málaga, para él «el Seminario ha sido un tiempo de gracia y de crecimiento en el que el Señor me ha permitido conocerlo mejor y conocerme mejor. Me llevo el regalo todas las vivencias que gracias a esta etapa he vivido y las personas que he conocido. Estoy en la parroquia de Santa María de la Amargura, una parroquia con mucho movimiento y una comunidad muy viva que te anima a dar lo mejor de ti. De este tiempo de diaconado espero que sea un tiempo de entrega pero principalmente de aprendizaje, con el que seguir descubriendo qué sacerdotes necesita nuestra Iglesia hoy, para poder servir lo mejor posible». Juan Baena Raya es natural de Málaga. Llegó al Seminario con 19 años, después de terminar los estudios de Bachillerato en el colegio de los Salesianos, en Málaga, y comenzar estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad, pero «al cabo de un año descubrí que no era lo mío. Entonces la idea de ser cura resonó con más fuerza que nunca en mi interior y decidí entrar al Seminario… y aquí sigo, seis años después. De estos años de Seminario me llevo el cariño de muchas personas, grandes experiencias y mucha ilusión por entregar la vida a Dios y a los demás». Gerardo Rosales López es natural de Granada. Antes de entrar en el Seminario trabajó como profesor de Educación Física en diferentes colegios, fue director de actividades deportivas en Inturjoven en Almería durante varios años e incluso deportista profesional en Raid de Aventura. Su decisión de entrar en el Seminario fue madurando por muchos motivos, pero sobre todo porque era consiente de que «cuanto más unido se está a Cristo más feliz y libre eres y esto que he experimentado me hace tener un gran deseo de que los demás lo conozcan dedicándome plenamente a ello con ayuda, por supuesto, del Señor».