NoticiaEntrevistas Juan M. Ortega: «El respeto entre religiones nace del conocimiento mutuo» Publicado: 24/04/2017: 8295 Director de la Cátedra Abdulaziz Saud Al-Babtayn de Estudios Árabes de la Universidad de Málaga, el profesor Juan Manuel Ortega abre este lunes el Curso “Islam y Cristianismo” organizado por el Instituto Superior de Ciencias Religiosas “San Pablo” y la Delegación de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso. ¿Qué puede aportar un curso como éste a los malagueños? Se trata de un curso que muestra cómo el ámbito religioso se integra en los niveles sociales. Las religiones ayudan a conformar los sistemas de referencia que conocemos como espacios culturales. Ni el mundo árabe ni Europa se pueden entender sin sus elementos religiosos como constitutivos. Ante el terrorismo de corte islamista, la sociedad ha vivido una regresión en cuanto a acogida y apertura a la interculturalidad, especialmente hacia el mundo árabe. ¿Podemos vivir al margen o más aún, enfrentados a esta cultura, presente en nuestras ciudades y en nuestros barrios? El terrorismo islamista significa un espacio de lucha entre sociedades diversas y, sobre todo, una manifestación de intolerancia con resultado de muerte. Cuando una parte, aún minoritaria, de una sociedad lo adopta como ideología y otra parte lo ve con simpatía, es normal que el agredido desarrolle un sentimiento contrario generalizado hacia el agresor. Los vínculos religiosos del terrorismo existen indudablemente, si bien es una torpeza extenderlos a toda una cultura. Una dinámica de enfrentamiento social solo conduce a un mayor grado de intolerancia, por lo que el terrorismo, que ha de ser combatido con energía, debe ser limitado a sus focos originarios reales. El diálogo interreligioso, ¿es un reto nuevo o algo que hemos olvidado? Las religiones no son exclusivas ni pugnaces, salvo que se instrumentalicen como elementos de dominio socioeconómico. Los niveles históricos de convivencia han sido variables: debe ser objetivo de las partes aumentarlos y desligar las creencias de los aparatos de poder. ¿Es la solución la prohibición del velo, relegar lo religioso al ámbito privado? Si interpretamos las diferencias sociales como exponentes religiosos, la religión se convierte en un aspecto más de competencia y lucha. Ocupará un sitio en el campo de batalla. Una respuesta válida es dar al César lo que es suyo. ¿Qué mensaje estamos llamados a dar, tanto cristianismo como islam, para iluminar los desafíos del siglo XXI? Respeto y tolerancia que solo pueden nacer del conocimiento mutuo dentro del respeto a la ley.