NoticiaNavidad Patricio Fuentes: «En la diócesis hay muchos oasis de misericordia» Susana Lozano (derecha), trabajadora de la Casa del Sagrado Corazón (Cottolengo), junto a una residente // F. HERNÁNDEZ Publicado: 23/12/2016: 8584 Patricio Fuentes, secretario general de Cáritas Diocesana de Málaga, ha recorrido semanalmente en el programa “Iglesia en Málaga” de COPE algunos de los lugares donde la misericordia se manifiesta. La belleza de la misericordia El Papa, en su carta “Misericordia et misera” tras la celebración del Año Santo, dice que la misericordia no puede ser un paréntesis en la vida de la Iglesia. No, la misericordia es eterna, como dice el Salmo. Cada uno de nosotros la recibimos siempre y también así estamos llamados a no cerrar nunca esa puerta santa de la misericordia, esa puerta de la ternura en nuestro corazón, que debe estar también hecha de signos y gestos concretos. Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. Él, con su palabra, con sus gestos, con toda su persona, es quien nos revela, quien nos hace visible esa misericordia de Dios. Y esta misericordia, nos dice el Papa, es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia, es decir, todo en nuestra acción pastoral tiene que estar revestido por la ternura. Ternura y misericordia son las palabras que deben dirigir siempre a los creyentes. Debemos ser oasis de misericordia en gestos concretos, en estilo de vida, por tanto, la meta es conseguir el estilo de vida de Jesús de Nazaret. En Málaga, ¿dónde se puede ver la misericordia de Dios? En innumerables sitios, ya que hay muchos cristianos y personas de buena voluntad que reflejan, revelan y son verdaderamente ese oasis de misericordia. La encontramos en las personas que reciben esa ternura, al igual que cada uno de nosotros, y también en los voluntarios y las personas que la transmiten. ¡Fíjate qué responsabilidad tan grande: transmitir la misericordia de Dios! ¿En qué sitios concretos? La misericordia se manifiesta por ejemplo en la Casa de Acogida de Enfermos de SIDA “Colichet”, en el Centro de Mayores “Buen Samaritano”, en “Pozo Dulce”, centro para personas sin hogar, y también se hace patente en las personas que conviven con los presos, y que cuentan cómo esa misericordia les hace sentirse libres por dentro a pesar de estar encerrados en una cárcel. La misericordia de Dios acompaña a las personas que viven en soledad, y que encuentran en la parroquia de la Amargura la oportunidad de acompañarse en unos talleres preciosos que se hacen todas las mañanas, y otro sitio privilegiado para encontrar la ternura de Dios es la Pastoral de la Salud, por ejemplo en personas con alzheimer que te cuentan qué es esto de la misericordia de Dios y cómo la viven. Y lo hacen sin palabras, con gestos, con miradas, con sonrisas, con ojos que se llenan de lágrimas cuando hablan, cuando piensan y cuando sienten estos signos de misericordia que en nuestra diócesis, gracias a Dios y gracias a la labor de tantas personas, se lleva a cabo.