El párroco, Antonio Sosa, estuvo acompañado por numerosos miembros de la comunidad parroquial, especialmente varios grupos de niños, que cantaron villancicos en los hogares de los enfermos y durante el recorrido por las calles del barrio, «siendo acogidos por los transeúntes con sorpresa y alegría», en palabras de Conchita Sanromá, responsable de Pastoral de la Salud de la parroquia.

Durante la mañana, «visitamos el domicilio de cada enfermo y le presentamos al Niño Jesús. Ellos lo reciben con una gran alegría, emoción y agradecimiento así como sus familiares», asegura Conchita.