DiócesisComentario al Evangelio

Comentario al evangelio del Domingo X del Tiempo Ordinario

Publicado: 02/06/2016: 925

La profesora de la Universidad de Málaga, Mª Ángeles Cabrera, ayuda a profundizar en el evangelio del Domingo X del Tiempo Ordinario.

Jesús no nos abandona en el dolor

Jesús comprende el dolor de la madre que pierde al hijo de sus entrañas. Un dolor que se agrava cuando la pérdida es la del hijo único y el recuerdo más cercano de su difunto marido. Jesús ve en la soledad y sufrimiento de la viuda de Naín un anticipo del dolor que atravesará como una espada el corazón de su propia madre durante su pasión y muerte en la cruz. El sacrificio, que no podrá ahorrar a su propia madre para poder culminar su obra redentora, lo evita en esa pobre anciana que llora sin consuelo aun estando
acompañada por todos los habitantes de su ciudad. Jesús se adelanta al deseo inexpresado de esa pobre mujer, y poniendo sus manos todopoderosas sobre el ataúd, devuelve la vida al joven fallecido. Ésta y otras resurrecciones como las de Lázaro y la hija de Jairo servirían de consuelo y esperanza a
su Madre antes de su propia resurrección. Para nuestro Dios, todo, hasta la muerte, tiene solución. La vida entera de Jesús, sus palabras y obras recogidas en el Evangelio, siguen llenando de luz y esperanza nuestras pobres vidas. Jesús no nos abandona en el dolor, sufre con nosotros, conoce y comprende nuestros sufrimientos, y si nos conviene se adelanta a nuestras propias necesidades, como se adelantó a la de esta pobre viuda que llora sin pedir un milagro que aplaque su dolor. ¡Qué humano y a la vez qué divino es Jesús! ¡Qué prueba tan clara de esperanza en la resurrección nos deja para
ayudarnos a afrontar la muerte inexorable que a todos nos llegará!

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