DiócesisComentario al Evangelio

Comentario al evangelio del Domingo I de Cuaresma

Publicado: 12/02/2016: 1783

El sacerdote Salvador Gil Canto, delegado de Infancia y Juventud, ayuda a profundizar en el evangelio del Domingo I de Cuaresma.

Dejarse guiar por el Espíritu

Primer domingo de Cuaresma. La escena es bien conocida por todos. Jesús, empujado por el Espíritu, es conducido al desierto, donde es tentado. San Lucas resalta con fuerza en su evangelio la actuación incesante del Espíritu en la vida de Jesús. En efecto, el Espíritu es el que conduce y acompaña a Jesús a la prueba. Lo hará en otras muchas ocasiones durante su vida. Dejarse guiar por el Espíritu puede ser una buena manera de empezar la Cuaresma en este Año Jubilar.

Empujado al desierto. En la Biblia el desierto es el ámbito donde Israel vive la prueba de ser fiel a Dios en su marcha a la tierra prometida. Allí se experimenta el silencio de Dios, la soledad, la dureza de ser constantemente seducidos para ir por otros derroteros. También Jesús en el desierto vive la misma experiencia, como uno de nosotros. Pero el desierto es además lugar de oración y del encuentro con el proyecto que Dios Padre tiene sobre él. Permanece, resiste y sale fortalecido para cumplir su misión.

La tentación es signo y recuerdo de nuestras múltiples tentaciones. Jesús nos muestra que es posible resistir en las opciones fundamentales de la vida. Encuentra la fuerza en unión a la voluntad de su Padre y en diálogo con la Palabra de Dios. “Está escrito”, repite dos veces, y “está mandado”, responderá Jesús a quien intenta apartarle de la misión que le ha sido encomendada. Las tres tentaciones que presenta el pasaje afectan nuestro ser más profundo: el deseo de tener y acumular bienes, la aspiración de dominar y del éxito y la pretensión de controlar a Dios.

Salvador Gil Canto

Sacerdote diocesano y Delegado diocesano de Infancia y Juventud

@SalvaGilCanto
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