NoticiaMonumentos diocesanos Málaga: Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación Interior de la Catedral de Málaga · Autor: S. FENOSA Publicado: 08/09/2015: 33531 La Catedral de la Encarnación de Málaga constituye el edificio más valioso que posee la diócesis de Málaga. Se encuentra en el casco histórico-artístico y dentro de los límites de la hoy desaparecida muralla árabe. Por la Catedral pasa el eje vial más importante de la Málaga antigua y musulmana que se extendía desde la Alcazaba al río Guadalmedina. Este eje que todavía existe lo constituyen las calles Císter y Santa María, la plaza de la Constitución y la calle Compañía. Próxima al parque de la ciudad, tiene sus propios jardines y un bello patio de naranjos. No tiene ahora casas adosadas a sus muros. Sólo un alto edificio cercano que parcialmente tapa su belleza. La Catedral puede verse desde el mar, desde la costa y desde los montes que arropan a la ciudad: es el punto de referencia más importante de la urbe. Construcción Las obras de la Catedral de Málaga quedaron interrumpidas y sin terminar hace más de doscientos años. Falta la torre sur, unos cuantos torreones laterales, una balaustrada en la parte superior que recorría todo el perímetro del edificio sobre la que irían varias estatuas y el frontón de la fachada principal. La Catedral es de estilo renacentista. Las primitivas trazas, hoy inexistentes, fueron obra del burgalés Diego de Siloé (1495-1563). Las obras dan comienzo en 1528 bajo la dirección del arquitecto y maestro de obras Pedro López. Más tarde intervienen otros que reforman los planos: citaremos a Andrés de Vandelvira (1509-1575) y a Diego de Vergara que queda como Maestro Mayor hasta su muerte en 1583. La Basílica tiene una planta rectangular de tres naves de la misma altura y las dos naves laterales, un poco más estrechas que la principal, se juntan en un corredor semicircular por detrás de la nave principal que en términos arquitectónicos se llama girola, cuya solería ha sido reparada a principios de 1995. Conservación En septiembre de 2011 se anunció la puesta en marcha de un Plan Director para la mejor conservación y uso del monumento. Gabriel Ruiz, arquitecto responsable de la restauración y rehabilitación de la catedral de Córdoba, la embajada de España en Argel o la antigua estación de Atocha en Madrid, es el encargado de ponerlo en marcha. Afirma que «el Plan Director de la Catedral se propone como primer objetivo alcanzar un conocimiento objetivo y total del monumento». En este sentido, Gabriel Ruiz señala que «para ello será necesario acopiar los datos y noticias escritas que se tiene del mismo desde todas las disciplinas científicas, actualizando y perfeccionando todos aquellos conocimientos que estén incompletos o desfasados. Al tiempo será necesario un renovado análisis de la fábrica catedralicia a la luz de la tecnología actual, la fábrica tiene mucho que decir, es el documento principal. Este estudio permitirá un “diagnóstico” del monumento, saber cuál es su estado. Terminada esta parte analítica y contrastado este diagnóstico, en condiciones de redactar la parte “propositiva” del Plan. Éste será un documento capaz de plantear una lectura o interpretación de la Catedral de Málaga y proponer cuáles sean las directrices a las que deban someterse las sucesivas e imprescindibles actuaciones a seguir». Visita a la Catedral y al Museo Catedralicio Temporada Alta (1 Abr. - 15 Oct.) De lunes a viernes, de 10.00 a 21.00 horas. Los sábados y festivos, de 10.00 a 18.30 horas. Los domingos, de 14.00 a 18.30 horas. Temporada Baja (16 Oct. - 31 Mar.) De lunes a viernes, de 10.00 a 18.30 horas. Los sábados y víspera de festivos, de 10.00 a 18.30 horas. Domingos y festivos, de 14.00 a 18.30 horas. Visita gratuita: de lunes a jueves, de 9 a 10 h. El importe de la visita es: • visita general: 6 euros • visita grupos: 4 euros • visita mayores: 5,50 euros • visita jóvenes: 3 euros La visita es gratuita para: • menores de 13 años acompañados de un adulto • para los malagueños que lo acrediten con un documento • los discapacitados • los sacerdotes y los religiosos