Lectura (Lectio)
Jesús, junto con sus discípulos, comienza a dar pruebas de la autenticidad de su mensaje: habla con una autoridad desconocida y hasta los espíritus inmundos se le someten. En adelante nada esclavizará a los hijos de Dios. Leo el texto con atención.

Meditación (Meditatio)
En este evangelio y en el del próximo domingo, Marcos nos relata una serie de episodios que suceden en el transcurso de un día (hay que tener en cuenta que para los judíos el día comienza y termina, todavía hoy, con la puesta de sol, no con el amanecer). Es un esquema narrativo “jornada ejemplar” para indicar que con las acciones cotidianas de Jesús se hace realidad la llegada del Reino de Dios. La actividad de Jesús comienza con la sanación de un hombre que estaba poseído por un espíritu impuro. En tiempos de Jesús la gente creía en la existencia de espíritus. Los desequilibrios psicológicos, la experiencia de grandes tensiones, eran en ocasiones interpretados como posesiones de ciertos espíritus y esto convertía a algunas personas en marginadas. Además es muy importante que tengamos en cuenta que este, como los demás exorcismos que encontramos en Marcos, son expresión de la definitiva victoria de Jesús sobre Satanás que se narra en el relato de las tentaciones del desierto. Estos exorcismos serían como una “operación de limpieza”. El marco que elige el evangelista para el exorcismo es la enseñanza de Jesús, un sábado, en la sinagoga. Es interesante observar cómo los presentes ponen en relación la enseñanza de Jesús y su poder sobre los espíritus. Se trata de expresar que el Señor, con su palabra y su actuación, es curación y vida allí dónde hay opresión. El actúa con la fuerza del Espíritu Santo, por eso puede expulsar a los espíritus no santos (impuros). En este pasaje vemos que enseñanza y sanación van unidas, que las palabras sin los hechos no tienen muchas fuerzas.

Oración (Oratio)
Jesús enseña a la gente y actúa con autoridad. ¿En qué aspectos me ayuda el pasaje de hoy a profundizar en la persona de Jesucristo? ¿Cómo se expresa en mi vida que Jesús es el único Señor? En dialogo con él, desde la luz que me aporta su palabra, intento responder a estos interrogantes.

Contemplación (Contemplatio)
La victoria de Jesús es signo de la llegada del Reino de Dios. Hasta los espíritus inmundos le están sometidos. ¿Qué signos de la victoria de Cristo advierto en mi historia personal? Sabiéndome amado siempre por el Señor contemplo la acción de su Espíritu en mi vida. Callo y adoro.

Compromiso (Actio)
“Cállate y sal de ese hombre”. ¿Cuáles son los espíritus inmundos que oprimen a los hombres y mujeres de nuestro tiempo? ¿Qué puedo hacer para expulsarlos?