Licenciada en Ciencias Religiosas con una tesina que sorprende por su temática: las monedas en el Evangelio. ¿Cómo eligió el tema?

Hace tiempo que me dedico a estudiar las monedas hebreas de la Antigüedad, y en concreto hice mi tesis, que defendí en septiembre de 2010, sobre dicho tema. Por esta razón estuve ocho años en Jerusalén estudiando en la Universidad Hebrea de Jerusalén y en la facultad teológica de los franciscanos, donde además estudié todo lo relacionado con el ambiente del Nuevo Testamento. Así que cuando tuve que decidir el tema de mi tesina decidí aprovechar mis conocimientos de numismática y del Nuevo Testamento, uniéndolos a los de Teología que he adquirido últimamente durante el tiempo que he estudiado en el ISCR. 

Comparta con los lectores algunas de las conclusiones más curiosas de su tesina. Jesús se sirvió de las monedas como elemento pedagógico de su predicación, incluyéndolas en proverbios, parábolas, demostraciones, comparaciones, leyendas, etc., como símbolo del dinero, la riqueza, la autoridad política, la ambición, la codicia, las deudas, e incluso la salvación. ¿Ha sido un tema complicado? 

No sabría decir si complicado es la palabra. Es un tema muy poco estudiado y con apenas bibliografía en castellano. Por otro lado, al principio quise hacer una tesina que abarcara los textos que mencionaban monedas en los cuatro evangelios, y cuando ya llevaba hecho parte del trabajo me di cuenta de que era excesivo para una tesina y tuve que replanteármelo, decidiendo hacer sólo los textos del evangelio de Mateo, como me había recomendado mi director de tesina. Esto supuso revisar todo lo hecho hasta entonces y reducirlo. 

Su director de tesina, el sacerdote Emilio López Navas, se encuentra en la actualidad terminando su tesis doctoral, ¿qué destacaría de él? 

Es una persona con una enorme paciencia que siempre está abierto a la propuesta que le hagas, te escucha con tranquilidad y después te hace una crítica muy certera de los aspectos que cree que tienes que cambiar, y raramente se equivoca. Es un director de tesina muy eficaz y metódico, con él como director nunca te encuentras perdida.

¿Qué ha supuesto para usted estudiar Ciencias Religiosas?

Empecé a estudiar Ciencias Religiosas nada más volver de Jerusalén a España después de ocho años viviendo en Israel, lo que coincidió con mi traslado de residencia a Málaga, ya que soy de Madrid. Creo que empecé a estudiar Ciencias Religiosas para mantenerme en contacto con ese país que había dejado atrás, donde la Teología y la Biblia cobran vida. A pesar de que estudiar los cinco años ha supuesto, sin duda, un esfuerzo, he de decir que me han dado mucho más de lo que me ha costado. En el ISCR encontré amistades con las que actualmente comparto mucho, adquirí nuevos conocimientos y aprendí cosas que me han servido para mi vida espiritual. Los cinco años de clases vespertinas merecieron tanto la pena que tras terminar aún hice algún que otro curso para no perder el contacto con el ISCR.